El turismo y la prosperidad compartida
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En días pasados, Josefina Rodríguez, quien encabezará la Secretaría de Turismo de la próxima administración federal, se reunió con el Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), organismo que encabeza Braulio Arsuaga Losada.
El encuentro deja saldos positivos por diversas razones y supone de facto un restablecimiento del diálogo de la autoridad con el sector turístico empresarial organizado del país, lo que ya puede considerarse un punto a favor de la joven exsecretaria de turismo de Tlaxcala.
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El CNET es el organismo cúpula de la industria turística y agrupa a una veintena de cámaras y asociaciones que representan los intereses de un muy amplio espectro de subsectores. Cuenta con capítulos estatales y una variada colección de socios estratégicos.
No sobra mencionar que el telón de fondo de la reunión tuviera presente los densos nubarrones que se ciernen para el turismo mexicano por el reciente tropezón del sector económico-financiero de Estados Unidos, nuestro principal mercado; la creciente amenaza de los destinos competidores que, a diferencia de lo que sucede con México, sí invierten importantes recursos para la promoción turística, y las presiones del mercado interno, inmerso en una fuerte presión ante la insuficiencia de asientos aéreos.
En la reunión se presentó el documento “El turismo: poderoso instrumento para impulsar la prosperidad compartida”, preparado por el Centro de investigación avanzada en turismo sostenible de la Universidad Anáhuac Cancún (STARC, por sus siglas en inglés) por encargo del CNET, en el que, reconociendo el potencial que tiene la actividad para propiciar dicha prosperidad compartida, se presentan propuestas concretas para potenciar los beneficios del turismo.
Así, se examinan dos escenarios que podría seguir el turismo mexicano hacia 2030: el primero supone un comportamiento inercial en el que sigue habiendo crecimientos por todo lo que se ha invertido hasta ahora, pero lejos de concretar su enorme potencial y, de manera preocupante, con una sistemática disminución en la participación de la economía turística en el conjunto de la economía del país. El segundo escenario ilustra los resultados de la aplicación de una política pública de apoyo estratégico al sector turístico, con la que en la próxima administración federal se obtendría una inversión privada por 57 mil millones de dólares (mmdd), frente a 30 mmdd del escenario inercial y, entre otras cosas, permitiría la construcción de 163 mil 500 habitaciones hoteleras adicionales, generando 570 mil nuevos empleos y ubicando la contribución del PIB turístico en torno a 9.0 por ciento del PIB nacional.
Asimismo, se identifican los grandes retos en materia de seguridad, ambiente de negocios y sostenibilidad, subrayando la crónica concentración que se tiene por lo que hace a mercados, destinos, productos y estacionalidad, mostrando los impactos de la falta de promoción turística, así como lo que los países competidores realizan en esa materia.
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La futura secretaria de Turismo mostró su sensibilidad a este y otros temas planteados, ofreciendo trabajar de inmediato para definir una agenda de prioridades en la que destaca, por supuesto, la urgente necesidad de reactivar la promoción turística y sus diferentes instrumentos, subrayando el tema de la página de internet VisitMexico, que hoy está lejos de ser la vitrina digital que demanda el turismo nacional.
Bien empezará la política tlaxcalteca si logra ganarse la confianza de los empresarios turísticos y, ciertamente, ha dado un buen primer paso para ello.
X: @fcomadrid
Director del Sustainable Tourism Advanced Research Center (STARC) de la Universidad Anáhuac Cancún