Escribir: ¿verbo desleído?

Opinión
/ 29 octubre 2024

Hay escritores que leen y te cuentan lo que han leído.

Los hay que viven y te cuentan lo que han vivido. Hay otros que ni escriben ni viven; pero te cuentan todo lo que han imaginado.

Hay lectores que viven para leer. Los hay que leen para vivir. No faltan los que leen en diagonal y se saltan capítulos, apresurándose a ver el desenlace final.

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Hay quien escribe asaltando el tiempo del lector que, al segundo párrafo, interrumpirá lo que está leyendo. Lo que exceda al tamaño de la palma de la mano será escrito no leído para el lector contemporáneo.

Existe un estilo zopiloteado, que da muchas vueltas en el aire antes de clavarse hacia la presa del tema central. El estilo analítico incomoda al lector motociclista que no soporta lentitudes.

MOSAICO CONTRASTADO

Así como en el cine se dan los extremos de la serie alargada y el cortometraje contraído. También, en las negras líneas de las páginas, contrasta el pachorrudo preámbulo con el minicuento, la microficción que abrevia texto y deja a la imaginación todo lo colateral.

Hay gustos diversos. Pueden, no pocos, buscar sólo lo anecdótico, lo cómico, lo extravagante o lo que suspende y pica curiosidad. Forman buen grupo aquellos que sólo disfrutan lo conceptual, lo teórico, lo filosofado o lo moralizante.

En época de polarizaciones reales o inventadas, se tachan algunas publicaciones y se subrayan otras. Hay suscripciones sólo para cierto rumbo, cierto color, cierta orientación, cierta perspectiva y paradigma. Se amordaza lo diferente y hay sordera para lo disidente.

INSTRUMENTACIÓN VARIADA

Hay escritores, escribidores, escriborroteadores y escribientes. Unos tienen su pluma de museo Parker o Sheaffer, que succionan tinta de tinteros y dejan trazo que requiere secante. Dejan en el papel su caligrafía Palmer con fósil de cuadrito. Los de más allá tienen la iPad de última generación y disfrutan de tecleo con corrección automática.

Uno, por ahí, usa lápiz con sacapuntas y borrador, y escribe sobre papel ministro con renglones para después mecanografiar sus textos.

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Este prefiere usar la aplicación que recoge lo que dice la voz y lo convierte en renglón escrito. Así “escribe” hasta en las despertadas de madrugada y se levanta con trabajo adelantado.

Se escribe mucho y se lee poco porque la imagen con audio inmoviliza e hipnotiza, devorando el tiempo en que se podría haber leído.

TIEMPO DE DIFUNTOS, ESPANTOS Y SANTOS

Unos rezan, otros espantan y otros se encantan con todos los santos que cambiaron muerte por Pascua y amaron lo mandado para alcanzar lo prometido. Circulan difuntos, brujas y bienaventurados. Pululan marchas tétricas de esqueletos encatrinados, altares para espíritus añorados y héroes sacralizados.

Resulta una mescolanza de sacralidad con lo tétrico y lo funeral. Así son acá estos octubres, en bisagra con noviembre. Con hartos asesinados y accidentados, por la creciente velocidad y violencia, con el único amparo −ahora válido− que desampara por la impunidad.

TÉ CON FE

-¿Qué camino puedo seguir si estoy excluido y sin amparo?

-Ponte de pie, arroja la cobija de tus seguridades y camina en la ceguera de la oscuridad hacia la Luz, hasta encontrar serenidad, confianza y entusiasmo, que significa inspiración divina interior, para vivir plenamente...

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