¡Feliz cumpleaños 447 para Saltillo!

Los aniversarios de vida son siempre motivos de celebración y la regla aplica no solamente a las personas, sino también a las empresas, las instituciones y las ciudades. Y esto es así porque el acumular cada año implica el cumplimiento de un ciclo, así como la oportunidad para hacer un recuento de lo vivido y, a partir de allí, replantearse el futuro.

Cada año de existencia, además, agrega experiencia, aprendizajes, vivencias y recuerdos al trayecto vital. Y todos estos elementos van conformando la biografía que, en el caso de las ciudades da lugar, con el paso de los años, al surgimiento del elemento que transforma un grupo de individuos en una comunidad: el sentido de pertenencia.

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Las fechas emblemáticas, las festividades, los héroes, las canciones, los bailes, los edificios, las leyendas, los colores, los accidentes geográficos... tales son los ingredientes que integran eso que implica, en nuestro caso, el ser saltillense.

No importa si nacimos aquí o en otro lugar: los símbolos de la identidad se adoptan porque las personas nos identificamos con ellos y los hacemos nuestros por decisión, no por obligación.

No hace falta, desde luego, que llegue el aniversario de la fundación de la otrora Villa de Santiago del Saltillo para que pasemos revista a los elementos que nos hacen sentir orgullo de pertenecer a esta comunidad. Se trata, de hecho, de una tarea que debemos realizar en forma cotidiana porque el fortalecimiento de nuestra identidad colectiva es lo que nos permite imaginar un futuro común y empeñarnos en construirlo.

Pero, sin duda, cada vez que el calendario nos instala en el 25 de julio estamos ante la mejor fecha del año para hacerlo y refrendar con ello el compromiso con nuestra herencia centenaria y con el legado que tenemos la obligación de construir para las futuras generaciones.

Por ello hoy, además de recordar que arribamos a una de las estaciones más importantes de nuestro calendario cívico, en esta edición de VANGUARDIA incluimos una colección de estampas que forman parte del núcleo duro de nuestra identidad como saltillenses.

Publicamos una reinterpretación de la icónica postal del fotógrafo Alejandro Carmona en la Catedral de Saltillo; pasamos revista a la colección de monumentos que cuentan la historia de la ciudad; damos voz a quienes, viniendo de fuera, se han enamorado de nuestra comunidad e invitamos a revisitar la colección de más de un centenar de “Historias de Saltillo” que han sido publicadas en nuestras páginas.

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La identidad saltillense está integrada, desde luego, por muchos más elementos que los enumerados. La riqueza que hemos acumulado a lo largo de casi medio milenio es imposible de abarcar en unos cuantos trazos.

Sirvan, sin embargo, estas estampas para contribuir a la celebración de este aniversario que, como todos los anteriores y los muchos por venir, nos dan la oportunidad de exhibir el orgullo que implica pertenecer a la comunidad de Saltillo y trabajar todos los días por la construcción de un mejor futuro colectivo.