Frente Amplio: ¿Se va Riquelme con Xóchitl?

El pasado jueves 23, el periodista Ciro Gómez Leyva destapó a Miguel Ángel Riquelme como coordinador de la campaña de Xóchitl Gálvez. Inclusive, Gómez Leyva aseguró, equivocadamente, que Riquelme dejaría su cargo el día siguiente al destape. Para rematar así: “(Riquelme) viene al equipo de Xóchitl Gálvez en una posición de fuerza para ser su coordinador”.

Ese mismo día, Latinus también confirmó la nota del periodista Leyva, con una declaración de la misma Xóchitl Gálvez, en la cual ella aseguraba que “el gobernador de Coahuila, el priista Miguel Ángel Riquelme, será parte de (mi) equipo de campaña una vez que deje el cargo el próximo 1 de diciembre que entrará en funciones el gobernador electo, Manolo Jiménez”. Y agregó: “Es un hombre experimentado (...) me gusta su perfil. Es un hombre que dio resultados en seguridad y es un buen operador electoral. Nos hace falta en este equipo”.

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En tono casual, también ratificó que Santiago Creel permanecía firme como su coordinador de campaña y expresó que “en los próximos días (daría) a conocer más nombramientos de personas que se incorporarán” a su equipo. Porque, concluyó, “todos aquellos que quieran sumarse y caminar conmigo, son bienvenidos”.

Estos destapes periodísticos y comentarios de Gálvez ocurren en un entorno que percibe desinflada la campaña de Xóchitl y hueca su capacidad como candidata para enarbolar la esperanza que despertó en millones de mexicanos, al aparecer de manera súbita en la contienda política por la presidencia de la República.

Raymundo Riva Palacio lo puntualiza de esta manera, en su columna del viernes pasado: “Si Xóchitl Gálvez no quiere convertirse, en función de las expectativas que generó, en el peor fiasco electoral del siglo, tiene tareas urgentes que realizar. La primera es recuperarse a sí misma (...) y la segunda es crecer, que será lo más difícil, porque significará resolver los problemas que están hundiendo su campaña y tomar decisiones, algunas de las cuales le dolerán, para reorganizarla...”.

Por ejemplo, continua Riva Palacio, a Xóchitl le urge “un nuevo coordinador (que establezca) orden en la campaña, que nunca parece haber tenido, y tener una hoja de ruta electoral sin estar haciendo disparos de escopeta”.

Ese mismo viernes, el mismo Riquelme “afirmó, que hasta (ese) momento no (había) recibido ninguna invitación formal por parte de la abanderada de la alianza PRI, PAN y PRD”. No obstante, expresó su disposición a brindarle apoyo, bajo un formato y trinchera definidos por Manolo Jiménez, el próximo gobernador de Coahuila.

El sábado, un temeroso Santiago Creel confirmó, a contracorriente de los dichos de su candidata, que “nadie había hablado con Riquelme y que no habría ningún nombramiento”.

Ese mismo sábado, Riquelme concluyó, por lo pronto, la polémica con estas palabras: “Soy perro de rancho y mi rancho es Coahuila... agradezco los cumplidos, pero todavía soy gobernador, hasta el 30 de noviembre”.

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¿Qué sucedió del momento del destape de Riquelme a su declaración ranchera que contrastaba con la estirpe política de Creel, vestida y perfumada en el Palacio de Hierro de Polanco?

El contexto no era apropiado para dar ese golpe, urgente, de timón.

¿Cómo sacar al guanajuatense Creel de la coordinación de campaña, cuando Xóchitl se reunía −el viernes 24− en tierra de Santiago, con la plenaria nacional de 172 diputados locales panistas que incluía a Sinhue Rodríguez, gobernador del estado, Vicente Fox, expresidente, y Marko Cortés, presidente nacional del PAN? Sin contar, claro, el afecto entrañable de Gálvez por Creel.

Además, no está en el cálculo político de los panistas, el cambio de coordinador de la campaña. Por dos razones: una, es un coto de poder partidista clave y dos, su visión partidocrática enfatiza la obtención de la mayoría de diputados y senadores en 2024, pero no, en igual o mayor proporción, la búsqueda de la presidencia de la República en 2024.

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¿Le convendría a Riquelme entrar como un invitado más al cuarto de guerra de Xóchitl, en el cual hay “personas ‘de todos colores y sabores’ que inciden en ella, como Ricardo Anaya y Josefina Vázquez Mota, Ernesto Ruffo y Gustavo Madero”? De ninguna manera.

Y de concretarse la invitación como coordinador y le pidiesen sacrificar su candidatura a la Senaduría, ¿sería una buena opción para que Riquelme fortalezca su carrera política en el futuro? Fríamente hablando, tampoco.

Ojalá Gálvez reaparezca y crezca, sin Riquelme.

Nota: El autor es director general del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución