General Cepeda. Una calle saltillense de alcurnia (4 / 4)

Opinión
/ 7 julio 2024

Sí, la frutería estaba en la esquina de Bravo y De la Fuente, y la carnicería de Federico en la calle de Juárez, a la vuelta de General Cepeda. Pero Remigio vendía todo lo demás en su tienda de abarrotes, que no estanquillo, “La Reforma”. ¡Hasta molletes de la Reina!

Y ahora regresamos media cuadra abajo. Frente a la placita de San Francisco, hay una casona antigua con una bellísima puerta de madera labrada de dos hojas que aún conserva sus tachones y herrajes metálicos. La puerta es de esas que cumplían triple función: abrían sus dos hojas a la entrada de carretas y guayines tirados por caballos; sólo una para dar paso al jinete y al caballo que montaba, o sólo la puerta chica integrada como postigo en la hoja izquierda, dando entrada y salida al diario trajinar de los moradores de la casa y a otros peatones. ¡Cuántas personas habrá visto entrar y salir la recia puerta! Una de ellas es Elba Ortiz Zapata, una destacada actriz de teatro saltillense.

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Ella es casi como una leyenda entre los personajes de Saltillo. Nuestro cronista, Armando Fuentes Aguirre, “Catón”, la ha definido: “Una Doña Inés como pocas veces se ha visto en el escenario”, refiriéndose a su extraordinaria interpretación de ese personaje femenino en la obra de Don Juan Tenorio. También cultiva la poesía y la declamación y tiene varios poemarios publicados. A los dones mencionados, Elba agrega el de pianista. El año pasado recibió de manos del alcalde, José María Fraustro, el merecido reconocimiento “Profeta en su tierra”, que otorga el Ayuntamiento de Saltillo en conjunto con Radio Concierto a los saltillenses que han destacado en diferentes áreas del arte y la cultura.

Nos encaminamos de nuevo hacia arriba por General Cepeda y cruzamos la calle De la Fuente. En esa esquina había hace muchos años una vecindad y el taller del maestro carpintero Calderón, donde siempre había rizos de los que sacaba su cepillo al rebajar los tablones de madera y las niñas del barrio jugábamos a ponerlos en la cabeza tratando de simular largos caireles. La de General Cepeda fue una calle muy poblada, con muchas de las familias que en el siglo 20 integraban la población saltillense. Una de ellas era la de don José Robledo, enfrente del taller de Calderón, y a un lado la casa de los Martínez Salas, cuyos hijos varones, con los demás muchachos del barrio formaban una traviesa palomilla; recuerdo que don Jorge tuvo un hato de vacas en el corral con la idea de experimentar algo con la boñiga que producían. Enfrente, la familia Fuentes Dávila y más arriba se estableció, por un tiempo, el matrimonio formado por mis tíos José Aguirre Dávila y Virginia Uribe con sus hijos. Imposible mencionar a todos los residentes de esa cuadra que se prolonga hasta Escobedo. Recuerdo sólo un negocio, Maltos, que vendía lámina. Actualmente, el Hotel San Miguel, reproduce y guarda algo de la esencia y el perfume de barrio y calle saltillense de antaño. Ese fue el barrio del cronista Armando Fuentes Aguirre, quien ha descrito con vivos colores a sus habitantes, incluyendo a “la emperatriz del catre”.

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La casa que resalta en la cuadra, ya casi para llegar al callejón del Caracol, es precisamente la de los abuelos de “Catón”, hoy conservada por él y su familia tal cual fue siempre. Su mobiliario original, su cocina y su vasto comedor para veinte comensales; sus recámaras con roperos y camas de latón vestidas con colchas antiguas; candiles, pinturas, retratos, obras de arte, porcelanas, candelabros, biblioteca, todo, habla de sus antiguos moradores: don Mariano Fuentes Narro y su gran familia. El comedor conserva el aroma del pan de pulque, las conchas, los chamucos y el chocolate de la merienda que diariamente reunía en la casa a los hijos, nueras, nietos y otros parientes ocasionales de don Mariano.

La casa con su menaje completo hospeda la radiodifusora cultural Radio Concierto, fundada y sostenida por la familia Fuentes de la Peña; en el espacio en donde se acondicionó el teatro de cámara “Carmen Aguirre de Fuentes”, Armando tuvo el buen tino de mandar pintar un mural que entrelaza la tradición familiar a la historia, símbolos, personajes y tradiciones de Saltillo. Radio Concierto y la Casa Fuentes son destacados y dignísimos símbolos de nuestra ciudad.

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