Hablemos de Dios 183

Opinión
/ 20 julio 2024

Si usted me ha leído, tengo varias preocupaciones de vida, alma y cuerpo. Y de muerte, claro. En el ya suyo “Block de Notas”, del cual no le he agregado nuevas notas, pero todos los textos se complementan con todos los textos de estas asgas, inicié la saga con un libro bajo el brazo... leyendo en el retrete. Es, como no y usted ya tiene la ficha, “Leer en el retrete” del gran Henry Miller (Navona Ediciones).

Y le he comentado de mi preocupación por ir al retrete a disfrutar dos felicidades: cagar y orinar. No se me asuste, así se dice. Es buen español aceptado por la Real Academia de la Lengua Española. Y también se lo he comentado en este generoso espacio de VANGUARDIA: si usted no va al baño, se va a morir. Vaya, igual que todos, pero va a ser harto doloroso, raro y sí, mucho de putrefacción antes de morir del todo.

Leo a un poeta francés, inmerso en el tiempo de eso llamado romanticismo. Es Alfred de Vigny (1797-1863). Lea usted los siguientes versos poderosos, donde el buen poeta habla de Dios, siempre del buen Dios a la mano y en la oración. Pero, le agrega proteína, lea usted:

Yo sé bien que el Dios fuerte es el Dios de la idea.
Si la suerte arrojó en la frente su germen,
El Saber extendamos en fecunda oleada;
Recojamos el fruto tal cual sale del alma,
Perfumado de santas soledades, y entonces
Arrojemos nuestra obra a los mares del mundo:
Dios hará que algún día llegue a puerto seguro.

Dicen los biógrafos puntillosos, el anterior poema fue escrito en 1853. Buenas y machaconas ideas, iniciando por eso: Dios es idea. Rotunda, plena. Dios lo es todo. Pero, siempre hay un pero en la vida. El maestro De Vigny murió de cáncer de estómago en 1862. Ignoro si iba o no al baño, al retrete, pero murió de eso. Lea usted un poema que escribió antes de morir y se publicó póstumamente:

¡Oh, Señor invisible,
Haz que saque la luz de ese puro esplendor
Y que viva en sosiego y en la serenidad!

Se lo he dicho muchas veces: la muerte es eso. O debe de ser eso: la plenitud, la paz, el silencio del sepulcro, el sosiego, el descanso... Caray, ¿para qué anhelar esa estupidez de vivir eternamente? Y sí, el poeta da siempre en el clavo del acertijo: el Señor es invisible. Ni nombre tiene, caray. Es el innombrable. Padeció De Vigny de la panza? No lo sabemos a ciencia cierta. Pero los biógrafos coinciden en que fue cáncer de estómago.

Por esta columna, dejamos descansar o reposar al pacto fáustico. Intercambiar nuestro inservible alma por cosas materiales y terrenales. Muchos comentarios me siguen llegando al respecto. Pero este tema no es un tema baladí lo hemos estado analizando periódicamente. ¿Está emparentado el ir al retrete con Dios? Absolutamente sí. Hace relativamente poco salí a merendar a un restaurante citadino. Aunque ya había ido suficientes veces al retrete, pues me dieron ganas de ir de nuevo (así funciona mi intestino). Mi vecino de cubículo (trono, pues) a grandes, grandes lamentos y quejidos lanzaba quejidos, lamentos y gritaba: “¡Ay Diosito! Que pueda hacer del baño...”

ESQUINA-BAJAN

Sin palabras lo anterior. No es un tema baladí. Lea usted lo siguiente: en “Habla, memoria” Vladimir Nabokov entrelaza con la mayor pericia y madurez de un escritor, los recuerdos, vivencias y aventuras de la infancia en un impresionante “tour de forcé” que conduce por más de 300 páginas al lector, lo mismo a la confesión pública que a la crítica destructiva, la constructiva se ha visto una y otra vez, no construye nada; del repaso de autores clásicos al elogio de sus grandes pasiones (manías, les decía él): la literatura, las mariposas, el ajedrez y la familia. Pero, es igual de importante lo que sigue, Vladimir Nabokov, el célebre autor de “Lolita”, habla de sus meditaciones infantiles... en el retrete.

Según los datos y estadísticas que periódicamente se publican para analizar la red de redes llamada Internet, nuestro país, México, es la segunda nación latinoamericana la cual consume o dedica más horas en estar inmerso en la red y sus diferentes contenidos y plataformas. 94% de los usuarios acceden a través de sus dispositivos móviles. Y claro, se llevan su celular “inteligente” al retrete.

Recuerdo que ya se lo platiqué aquí en un texto pasado, pero vale la pena recordarlo: hay un verso de la Biblia el cual a la letra dice: “Haced tesoros dentro de sí (de ti), donde la polilla ni el orín (“óxido” en otras versiones) corrompen; donde los ladrones no minen ni roben.” (Lucas 12:33). Sin duda, los excrementos, los orines, las secreciones del cuerpo son cosa seria, es también conocido como escatología y en la misma Biblia tienen su posición bien definida como podredumbre viva.

LETRAS MINÚSCULAS

Y pues de última hora, ya apareció de nuevo públicamente la Princesa de Gales, Kate Middleton, quien luego de someterse a una cirugía abdominal, anunció padecer padece cáncer. Se especula, puede ser de colon. Apenas 42 años, pero sin poder ir al retrete. Eso aventuro.

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