Hammarby Sjöstad: El distrito sueco que aspira a la neutralidad climática

Opinión
/ 26 febrero 2025

El distrito estaba dominado por una zona industrial contaminante y un entorno urbano deteriorado, pero hoy es un entorno de usos mixtos que combinan vivienda, servicios y espacios para actividades culturales

En distintas partes del mundo existen interesantes experiencias de desarrollo urbano sustentable. En esta oportunidad abordaremos la experiencia en Suecia del distrito llamado Hammarby Sjöstad, ubicado en la periferia sureste de su capital, Estocolmo.

Con aproximadamente 150 hectáreas, se encuentra delimitado al poniente por el lago Hammarby, al sur por el canal Sickla y al nororiente por un sistema vial que conduce a los lagos del sur de Suecia y conecta con el tercer túnel vial más largo de Europa.

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En la última década del siglo pasado, el distrito estaba dominado por una zona industrial contaminante y un entorno urbano deteriorado. La actividad portuaria complementaba una escena poco atractiva para la habitabilidad y la convivencia.

En el marco de la candidatura presentada en 1996 por Suecia para que Estocolmo se convirtiera en sede de los Juegos Olímpicos de 2004, se ideó un ambicioso plan de revitalización urbana para convertir esta área en una agradable y funcional villa olímpica.

Si bien se perdió la sede olímpica −misma que ganó Atenas, Grecia−, el proyecto siguió su marcha, enfocando los esfuerzos en la construcción de un distrito urbano-ecológico que cambiara por completo el rostro de este lugar.

El esfuerzo resultó en que para el año 2016 el lugar contaba con 25 mil residentes, además de una población flotante de 10 mil personas trabajadoras, en un entorno de usos mixtos que combinan vivienda, servicios y espacios para actividades culturales.

Para lograr lo anterior se realizaron distintos esfuerzos a partir de atractivas innovaciones urbanas, como es el caso de los Eco-Ciclos. Este modelo de enfoque sistémico busca duplicar el rendimiento energético de Estocolmo aprovechando los residuos generados.

Lo anterior se logra vinculando la gestión sustentable de aguas residuales y residuos sólidos urbanos con la generación de energía, lo que aumenta de manera importante la eficiencia energética a partir de la reducción del impacto ambiental.

En este contexto, prácticamente la mitad de la calefacción del distrito proviene de la quema controlada de residuos domésticos, mismos que en parte son transportados a través de conductos subterráneos que cuentan con un sistema neumático.

También ayuda el tratamiento de aguas residuales, que en su gestión libera metano, gas que es aprovechado en el sistema de calefacción distrital beneficiando a poco más de mil viviendas, además de usarse como combustible de vehículos de uso público y privado.

Los lodos resultantes del tratamiento de agua se reciclan como fertilizantes en actividades agrícolas y forestales. Además, el agua tratada, cuya temperatura oscila entre los 10 y los 20 grados centígrados, se usa a lo largo del año en procesos de termorregulación.

Se han incorporado al modelo distrital paneles fotovoltaicos y térmicos. En edificios ubicados en la calle Sickla Kanalgata, estos paneles aportan parte de la electricidad para las áreas comunes y hasta la mitad del agua caliente que se usa en ellos cada año.

El distrito ha integrado también una importante red de infraestructura verde y azul, que incorpora al paisaje del entorno canales de agua y áreas verdes que, además de mejorar la estética urbana, ayudan en la gestión de agua de lluvia y en la sustentabilidad hídrica.

TRANSPORTE PÚBLICO Y MOVILIDAD ACTIVA

El distrito está bien conectado mediante tranvías, autobuses y ferris, incentivando el uso del transporte público. Además, se han diseñado amplias rutas para peatones y ciclistas, reduciendo la dependencia del automóvil privado.

Por si lo anterior fuera poco, para responder a los retos ambientales y climáticos emergentes, a partir de los compromisos del Acuerdo de París, se creó en 2014 la iniciativa Hammarby Sjöstad 2.0, que busca lograr la neutralidad climática para el 2030.

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Este objetivo se busca alcanzar a partir de la implementación de mejoras para la reducción del consumo energético y aumentar la producción local de energías a partir de fuentes renovables, desde una perspectiva de subsidiariedad gubernamental y ciudadana.

Finalmente se pretende aumentar considerablemente el número de estaciones de carga para vehículos eléctricos y adoptar soluciones de movilidad compartida, a efecto de reducir las emisiones derivadas de la movilidad urbana.

El distrito sueco de Hammarby Sjöstad es una prueba verificable de que las acciones coordinadas para mejorar la calidad de vida y las condiciones de ciudad son posibles e indispensables de cara a un futuro posible.

jruiz@imaginemoscs.org

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