Si la transformada en ríspida coyuntura de transmisión del poder no obliga a otra cosa, Claudia Sheinbaum dará a conocer mañana lunes su esperada designación para la dirección de Petróleos Mexicanos (Pemex) y, muy probablemente, la de quienes serán las cabezas de las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional.
Todo indica que la Presidenta electa se ha impuesto y no ratificará al frente de Pemex al incondicional amigo de AMLO, Octavio Romero Oropeza, quien durante los últimos meses ha movido cielo, mar y tierra para mantenerse en la dirección de la petrolera.
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La responsabilidad recaerá en Víctor Rodríguez Padilla, un académico de la UNAM muy cercano a Sheinbaum y que ha sido su asesor en política energética.
Él será, si no hay cambio de último minuto, el ganador de la rifa del tigre, pues le tocará evitar el colapso de la emproblemada petrolera, pero eso sí, con todo el apoyo de Sheinbaum a través de su designada secretaria de Energía, Luz Elena González, y del actual y próximo secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
Ni en Hacienda ni en la industria petrolera es bien visto el equipo cercano de Romero Oropeza, conformado, entre otros, por Marcos Herrerías, Alberto Velázquez, Miguel Ángel Lozada y Luz María Zarza.
Ya habría para ellos algunos sustitutos: en Exploración y Producción el excomisionado nacional de Hidrocarburos, Néstor Martínez Romero; en Transformación Industrial, subsidiaria de la petrolera que se encarga de la refinería de Dos Bocas, la excoordinadora técnica de Pemex Comercio Internacional (PMI), Margarita Pérez Miranda; y en Pemex Logística el hoy director de una empresa de almacenamiento y transporte de combustible, Sergio Rosado Flores.
Todavía ayer se decía en la casa de transición que la Presidenta electa ya había decidido quiénes serán los titulares de las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional y que evaluaba la pertinencia de darlo a conocer también mañana mismo.
En el círculo interno de Sheinbaum algunos consideran que debe esperarse hasta finales de septiembre, casi en la víspera de la toma de posesión, para evitar que factores políticos influyan en la cadena de mando; pero otros piensan que es mejor hacerlo ya, presionados como están por el creciente diferendo con Estados Unidos sobre la reforma judicial y la exhibida que le ha dado a sus actuales titulares la extracción, traición, delación o secuestro y traslado al vecino del norte, del narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada.
En este sentido cobra relevancia el respaldo y promoción que ha hecho en Washington el almirante secretario de la Marina, Rafael Ojeda Durán, del también almirante Raymundo Morales Ángeles, encargado del proyecto del Corredor Interoceánico, de quien el mandamás de la Armada se ha hecho acompañar desde las pasadas elecciones del 2 de junio en sus recorridos públicos y privados.
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Como responsable del Corredor Interoceánico, Morales Ángeles tiene también la encomienda de evitar que esa nueva ruta comercial que competirá con el canal de Panamá tenga una presencia china excesiva. De ahí el referido respaldo de Estados Unidos a quien podría ser el nuevo secretario de la Marina.
El nombre del hombre para la Defensa parece ser el secreto mejor guardado en México. El dedo apunta hasta ahora hacia uno de la terna propuesta a Sheinbaum por el actual general secretario Luis Cresencio Sandoval: el hoy subsecretario Gabriel García Rincón; el director del Colegio de la Defensa Nacional, Andrés Fernando Aguirre O. Sunza, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Ricardo Trevilla.
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