Intercomunicaciones en avance y novedad
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Oprimes un botón y te pones a conversar frente a un transmisor portátil.
No. No es el consabido teléfono celular. Es un transmisor conectado a la línea de corriente. No necesita batería ni recarga. Basta con que el receptor esté en el mismo alambre, sin tomar en cuenta la distancia y se esté usando el mismo canal, escogido entre los tres disponibles. Y trabaja... hasta que falla por alguna avería en las conexiones.
Te pasas a lo inalámbrico. Con recambio de baterías. Con alcance suficiente, que rebasa lo necesario. El aparato ya no es de escritorio sino portátil. Abre la posibilidad de comunicación a cualquier hora y desde cualquier lugar de la casa o edificio.
Fuera alambres y conexiones. ¿Qué puede fallar ahora? Se va imponiendo lo inalámbrico sobre lo cableado. Así está todo cambiando. En lo vehicular: de gasolina a electricidad. Y sin baratura de instalación, no pocos ya estrenan los paneles de energía solar, calculando que el ahorro se tendrá en el mínimo pago mensual de consumo.
En el cambio de época todo avanza en pasos de obsolescencia y novedad. “Úselo y tírelo”. Las amas de casa han pasado de brasero de carbón -encendido con ocote- a estufa de leña. Y luego les llega la novedad del petróleo que enciende muchas hornillas. Sigue el gas de tambo y después la mejoría de gas entubado y a domicilio. La estufa eléctrica empieza a atraer la preferencia en domicilios actualizados. Con esas baterías de arena que han inventado en Alemania, se ven en el horizontes otros calentamientos de postmodernidad para todo el mundo...
LO AFÍN Y LO COMPLEMENTARIO
Más de lo mismo o inclinación hacia lo diferente. Hombría sin afeminamiento y feminidad sin masculinización. Unión de afinidades o integración de lo complementario. Docilidad biológica genital o sensación de cuerpo equivocado. Fidelidad a lo constitutivo o preferencias en lo manifestativo.
Al pan, pan y al vino vino o pan envinado y vino panificado. En el cambio de época se dan estos cambios de una fijeza clara de identidad genérica como signo de madurez humana o discordancia de maneras, de apariencias y de indumentarias.
La dualidad contrastante se observa en el reino animal para asegurar fecundidades y descendencias. Las modas y las ideologías -en el mundo humano- no siempre equilibradas, propician confusiones en el proceso de humanización.
De un tiempo de obsesiones e imprecisiones se transita después hacia un nuevo período de autenticidades, si hay corrientes educativas que subrayen lo esencial y centren lo accidental.
En la convivencia se requiere recordar siempre la dignidad y la libertad responsable de cada persona. Se suceden: el observar, comprender, respetar sin compartir, las diversas orientaciones personales, sin condenaciones injustas y sumarias, valorando, sobre todo, la limpieza de conciencia y la sinceridad de corazón. Sin excluir a nadie. Distinguiendo siempre la persona siempre respetable y la conducta siempre mejorable.
¿ÉXITO O FIDELIDAD?
Decir éxito es solo decir salida.
Es de esos sustantivos que requieren un adjetivo inmediato. Éxito feliz, éxito bueno, éxito provechoso, éxito saludable...
Actualmente se presentan modelos de éxito “valioso” como ensalada de ingredientes seductores: acumular dinero, disfrutar placeres, acaparar poder.
Son verdaderos ídolos. Es la moderna idolatría del tener, del placer y del poder.
Los más sabios descubren que no venimos a la vida a tener ese éxito aparentemente feliz sino a ser fieles a la verdad, al amor, a la justicia, y a la libertad. Es lo que construye la verdadera paz y la auténtica alegría existencial...