Inundaciones en Saltillo: urgen acciones de prevención

Durante los últimos cuatro días, Saltillo y la Región Sureste se han “ahogado” en medio de fuertes lluvias. En algunas de estas jornadas, con precipitaciones que no duran más de una hora, algunas vialidades se han visto rebasadas, causando contratiempos para la población.

Si bien hasta ahora, estas horas de lluvias no han dejado daños millonarios que costear ni mucho menos pérdidas humanas que lamentar, los saltillenses estamos afrontando de nueva cuenta el inadecuado desarrollo urbano que tiene la ciudad.

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De manera constante, prácticamente cada temporada de lluvia, la ciudad -principalmente las zonas norte y oriente- se ve rebasada por las precipitaciones.

Hace apenas unos días, el Ayuntamiento de Saltillo adelantó que ha avanzado en un proyecto para canalizar el arroyo del Cuatro y así reducir los riesgos de inundación en la zona norte de la localidad.

Sin embargo, este programa tomó un mayor impulso en su urgencia, luego de las graves inundaciones en la zona de la colonia El Campanario... hace ya más de cuatro años.

Si bien se han tenido algunas acciones, como colectores pluviales, la realidad es que el problema de las inundaciones sigue siendo un conflicto que no se ha podido resolver.

En esta edición, cuatro expertos en desarrollo urbano plantean algunas acciones que pueden coadyuvar a generar condiciones que eviten este tipo de anegaciones en la localidad.

Voces como Griselda Salas, José Ruiz Fernández, Héctor Laredo y Enrique Salazar aportan ideas como un plan integral para atender la problemática de los arroyos en la localidad, así como la construcción de parques inundables y la construcción de más presas de gaviones.

Estas acciones podrían ser avances importantes para corregir el rumbo que ha tenido el desarrollo urbano en la localidad.

Porque las condiciones que hoy tiene la ciudad se deben a errores, por no llamar en algunos casos complicidades, al construir en zonas de riesgo por el paso de afluentes que siempre reclamarán su camino natural.

La ciudad no puede estar a merced de que cada vez que llueve, se tenga que paralizar porque no hay forma de moverse. La calidad de vida y la competitividad que la región ha alcanzado en otros rubros merecen que también el desarrollo urbano esté a su altura.

Esperemos que autoridades de todos los niveles y de todos los colores tengan la voluntad y la capacidad para hacer frente a este problema y se comiencen a tener mejores soluciones a esta problemática, sobre la cual, como popularmente se dice, simplemente se ha ido pateando el bote.