Irán, EU e Israel: Entre los hechos y la poesía

Opinión
/ 23 junio 2025

Los martillazos fueron reales e incluyeron 125 aeronaves y algunos bombarderos B-2... La pregunta sin responder continúa en el aire mediático y en redes sociales: ¿Desmanteló EU la supuesta capacidad nuclear de Irán en sus tres instalaciones?

Los hechos: El sábado pasado, bajo el manto de una operación llamada “Martillo de Medianoche”, Estados Unidos atacó tres instalaciones nucleares iraníes. Los martillazos fueron reales e incluyeron 125 aeronaves y algunos bombarderos B-2. Las bombas “antibúnkeres” cayeron por docenas sobre las instalaciones ubicadas en Fordow y Natanz, mientras que misiles Tomahawk impactaron en Isfahán.

La pregunta sin responder continúa en el aire mediático y en redes sociales: ¿Desmanteló EU la supuesta capacidad nuclear de Irán en sus tres instalaciones? Porque distintos reportes periodísticos apuntan que Irán tomó medidas preventivas para dispersar su uranio enriquecido hacia ubicaciones menos vulnerables.

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Otra pregunta, ya reiterativa: por qué repite el mismo guion ocurrido en distintas intervenciones militares de EU en Medio Oriente, que cumplen siete objetivos: pulverizar la expansión de grupos islámicos fundamentalistas; evitar el crecimiento militar, tecnológico y nuclear de los países árabes; nutrir la industria militar estadounidense; asegurar el suministro de petróleo y gas; apuntalar rutas comerciales estratégicas; blindar a Israel y fortalecer el equilibrio geopolítico contra sus dos adversarios más importantes: Rusia y China, en esa región vital para el balance de fuerzas del mundo.

Ninguno de los siguientes ejemplos escapa a esa lógica intervencionista estadounidense en el Medio Oriente: ahí están los eventos en Irán (1953), Líbano (1958), Egipto (1967), la Guerra del Golfo (1990-1991), Irak (2003), Libia (2011), la Operación Libertad Duradera en Afganistán (2001-2021) y los bombardeos de hace un par de días en Irán (2025), sin soslayar las intervenciones y ataques selectivos en Siria e Irak en otros momentos.

Lamentablemente, como bien lo precisa Sami Naïr, politólogo, especialista en geopolítica y migraciones en Medio Oriente: “hoy contemplamos el espectáculo de dirigentes con poderes absolutos que coinciden en el tiempo, y que detentan en sus manos la humanidad indefensa como terreno de experimentación de sus cálculos delirantes y sangrientos. ¿Quién pensaba que los Hitler, los Stalin, eran irrepetibles?” (El País: 21-06-2025)

Con la careta de esos cadáveres resucitados aparecen Donald Trump, Benjamin Netanyahu y Vladimir Putin. Y de manera discreta, silenciosa, fría y calculadora: el mandatario chino, Xi Jinping, con uno o dos pasos delante de sus colegas.

Los cuatro enmascarados están sentados en una mesa redonda. Cada uno tiene un cartelón que cuelga de su cuello: el de Trump dice: “tengo 5 mil 277 cabezas nucleares para hacer América Grande −en el mundo− Otra Vez”. Netanyahu mira los ojos de Donald y, envalentonado, comenta: “cuento con entre 75 y 400 ojivas nucleares y la plataforma tecnológica y estratégica para asegurar nuestro poderío militar en el Medio Oriente”. Putin mira al vacío −con la máscara de Stalin mal puesta− y dice con voz atronadora: “me los chingué, yo traigo bajo el brazo 5 mil 889 cabezas nucleares”. Xi Jinping, con su máscara de Mao Tse Tung bien puesta, precisa: “traigo 600 ojivas nucleares y me vale madre lo que ustedes traigan (y piensa: más temprano que tarde me los voy a chingar)”.

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La poesía de César Vallejo (1892-1938): Uno: “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... ¡Yo no sé!”.

Dos: “Al fin de la batalla, y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre y le dijo: ‘¡No mueras, te amo tanto!’. Pero el cadáver, ¡ay!, siguió muriendo. [...] Le rodearon millones de individuos con un ruego común: ‘¡Quédate hermano!’. Y el cadáver, emocionado, se incorporó lentamente... Abrazó al primer hombre; echóse a andar”.

Columna: Panóptico

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