La complejidad de elegir jueces: el gran reto de la reforma judicial
COMPARTIR
TEMAS
Más allá de si es deseable o no elegir jueces, de los peligros que representaría para la independencia judicial y para la profesionalización de los tribunales, lo cierto es que la reforma al Poder Judicial que propone el presidente López Obrador, sería muy compleja de implementar en lo tocante a la elección de los juzgadores, debido a la naturaleza y la cantidad de los cargos, siendo un reto en sí mismo.
No en vano en las semanas anteriores tanto Arturo Zaldívar, como Lenia Batres, ex ministro y actual ministra de la SCJN respectivamente, tuvieron inmensas dificultades para explicar en programas de televisión, la forma en la que los jueces serían elegidos, de hecho, es momento en que nadie ha podido explicar de forma clara y sencilla el método.
TE PUEDE INTERESAR: Juego de Tronos versión Cártel de Sinaloa
Tan sólo en el ámbito federal se tienen mil 698 jueces, magistrados y ministros, una cantidad que supera con creces a la cantidad de diputados federales, y a nivel local hay 4 mil 398 jueces, es decir, casi el doble de presidentes municipales y quienes han intentando explicar la votación señalan que se haría por entidad federativa con dos boletas para el ámbito federal y una para el local, pero realmente es poco operante.
Por ejemplo, en la Ciudad de México hay 374 jueces locales; asumamos que para cada cargo hay 5 candidatos. Eso quiere decir que tendría que haber al menos mil 870 nombres en la boleta local, lo cual es una barbaridad. Ante esto, Arturo Zaldívar dijo que quizá no se pondrían los nombres en la boleta y los ciudadanos tendrían que escribir la relación de quienes prefirieran, sin embargo, es igual de absurdo, porque el ciudadano promedio no suele conocer a los candidatos locales y enlistar ya no digamos a 374, sino a 10, se vuelve un problema, por no mencionar los errores al escribir los nombres que pueden generar confusiones en la interpretación.
También uno de los argumentos más recurridos en favor de la reforma al Poder Judicial presentada por López Obrador es la austeridad, es decir, el hecho de que la rama judicial cuesta mucho y que se deben generar ahorros, por ello, resulta paradójico lo poco que se ha discutido sobre el costo que se tendría que pagar para votar por jueces, magistrados y ministros.
Ricardo Monreal señala que tendría un costo aproximado de 3 mil 500 millones, sin embargo, es más probable que su costo sea mayor si tomamos en cuenta lo erogado en las elecciones federales para diputados del 2021, donde sin tomar en cuenta el dinero que reciben los partidos, tuvo un costo de más de 8 mil millones, es probable que por más ahorros que existan, el costo real de dicho proceso ronde los 5 mil o 6 mil millones de pesos, lo cual constituye un costo extra al funcionamiento del Poder Judicial, por lo que la propuesta, lejos de generar ahorros, aumentaría la carga.
Además, faltaría de tocar todo lo referente a las reglas de campaña, a las fuentes de financiamiento o a la fiscalización, que son universos igual de complicados y que esta reforma no explica, porque se hizo al vapor, sin pensar en las consecuencias o en su puesta en marcha.
victorsanval@gmail.com
@victorsanval