La cultura en el recorte
No sé si los resultados de las pasadas elecciones impacten estos porcentajes, lo cierto es que se extrañan políticas culturales que conserven y proyecten al patrimonio cultural
Los recientes datos publicados por Vanguardia indican que solo un 40 por ciento del total presupuestado de la Secretaría de Cultura se destina para sus actividades, proyectos y programas. Estamos acudiendo a una escasez que preocupa, pues la disminución de acciones y esfuerzos en este rubro empobrecen la dinámica de la ciudad capital que, en otros tiempos fuera conocida por su florecimiento cultural.
Dice Lucía Pérez Paz en su nota que los casi 245 millones de pesos “etiquetados para la Secretaría de Cultura equivalen apenas a un 0.36 por ciento del presupuesto estatal total”. Agrega que esta cantidad es reducida, ya que “60 centavos de cada peso que se encuentran en dicho presupuesto ya están ‘etiquetados’ y corresponden al pago de salarios y prestaciones de quienes integran la nómina de dicha institución”. Es decir, poco menos de 147 millones van para salarios y prestaciones y solo poco menos de 98 millones de pesos se aplican en las actividades y funciones culturales propias de la secretaría.
Este año Coahuila es una de las entidades con presupuestos más bajos en cultura, sin embargo hay otros estados con menor presupuesto, tal es el caso de Guerrero que destina un pálido 0.02 por ciento. La única entidad que dedica un 4.6 por ciento de su presupuesto a cultura, es Zacatecas.
En este contexto, ¿Cuál es el mensaje de los gobiernos estatales de nuestro país? ¿Continuará la tradición inamovible de que el gobernante en turno defina, de acuerdo a su criterio personal, el destinar recursos suficientes o no al soporte de las manifestaciones culturales?
No sé si los resultados de las pasadas elecciones impacten estos porcentajes, lo cierto es que se extrañan políticas culturales que conserven y proyecten al patrimonio cultural, a los creadores en las diferentes disciplinas y a los proyectos que existen en esta entidad.
Actualmente los recursos para Coahuila son usados -como se ha visto- en temporadas muy específicas, para que luzca y se vea el escaso presupuesto logrado. El resto del tiempo, el personal de esta secretaría debe permanecer casi en modo de espera.
Mucho ayudaría si por decreto, no solo en Coahuila sino en todo el país, se estipulara un porcentaje mínimo a cultura que no sea escatimado ni cuestionado. Imagino que la cámara de diputados de Coahuila en su Comisión correspondiente, tiene entre sus preocupaciones atender este punto que adquiere relevancia para el ecosistema sociocultural de la sociedad.
Cada Secretaría de Cultura debería representar un canal abierto de comunicación con la parte artística de sus habitantes, y esto significaría no solo atender llamadas, peticiones o citas que se les solicitan, sino tomar una posición proactiva y acudir al nodo de las manifestaciones y del desarrollo de proyectos que actualmente están en proceso, para poder proyectarlas, tal es su función. Como dicen: andar en el territorio.
El vocablo cultura proviene del latín colo/colere/cultum que significa cultivar.