¿Qué es lo que nos preocupa como sociedad?? La encuesta realizada por Ipsos, denominada “What worries the world”, explora cuáles son los problemas sociales y políticos que preocupan a las personas en el mundo; esta es una radiografía instantánea tomada en 29 países para conocer cuáles son las cuestiones globales que las personas consideran urgentes.
En los resultados publicados al mes de mayo de 2024, las principales preocupaciones tenían que ver con la inflación, la pobreza y desigualdad social, el crimen y la violencia, el desempleo y la corrupción. El análisis realizado también refleja que casi la mitad de la población tiene la percepción generalizada respecto a que estas problemáticas se han atendido de manera correcta.
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Los datos arrojados coinciden esencialmente con lo reportado por Latinobarometro, en el que el principal problema que la ciudadanía mexicana observa es la delincuencia o inseguridad, seguido de la pobreza, la economía, la inflación y la corrupción.
Esta última encuesta nos ofrece además otros datos interesantes como los siguientes: casi el 59 por ciento de la población opina que México está gobernado por unos cuantos grupos poderosos en su propio beneficio y no para todo el pueblo, las personas consideran que los aspectos más importantes para gobernar es garantizar las libertades políticas de los ciudadanos (37 por ciento) y distribuir el poder en varias instituciones (26.8 por ciento).
Además, no obstante que más del 55 por ciento de quienes fueron encuestados considera que, aunque la democracia puede tener problemas, es el mejor sistema de gobierno; a pesar de que un 39.9 por ciento manifestó no estar muy satisfecho con el funcionamiento de la democracia en México, también señalaron que no les importaría que un gobierno no democrático llegara al poder si resuelve los problemas (45 por ciento) o que apoyarían un gobierno militar en reemplazo de uno democrático si las cosas se ponen muy difíciles (41.7 por ciento).
Finalmente, hay que destacar que los niveles de confianza son bajos a nivel interpersonal y respecto de las instituciones, pues la gran mayoría expresó tener poca confianza en el Congreso, el Gobierno, el Poder Judicial, algo de confianza en el Presidente, la autoridad electoral y la Iglesia, siendo las fuerzas armadas la institución mejor evaluada en cuanto a este rubro, y las más bajas, las policías y los partidos políticos.
Esta información nos deja ver un panorama que es similar en varios países de la región y que explican la erosión democrática sufrida en los últimos años en América, pues la pérdida de confianza de la ciudadanía en los partidos políticos y en las instituciones que deberían representarlos y velar por sus intereses −a quienes se percibe como capturadores de poder y no como verdaderos voceros de las diversas opiniones− ha llevado a las sociedades latinoamericanas a elegir un arraigado presidencialismo, en versiones más populistas, con el que aspiran a resolver las problemáticas que las aquejan.
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En ese comprensible deseo, se han olvidado de que la democracia requiere un proyecto social de convivencia y agendas representativas, donde existan voces colectivas de pensamiento, un nosotros que busque soluciones en comunidad a través de la escucha activa de todas las voces; la única manera es hacerlo todos juntos, moviéndonos de los distintos polos donde hoy nos hemos situado y procurando encontrar espacios de coincidencia que potencien las posibilidades.
Para ello, el primer paso es combatir la apatía y la pasividad que nos hace mirar la película de nuestra realidad como si de algo irremediable se tratara... asumir que somos parte del problema, pero también de la solución, en el tema que más nos interese, en la problemática que vivimos de manera personal, en las cuestiones que día a día nos preocupan, en cualquier cosa que implique involucrarnos en los temas comunes... y tú ¿estás dispuesto a dar el primer paso?...
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