La necesidad de institucionalizar el combate al bullying

Entre gritos y burlas que instaban a seguir golpeando: “Pégale”, “Ay, le está saliendo sangre...”, y risas que debieran haber sido reservadas para momentos de verdadero regocijo, la escena y los estímulos para continuarla, que enfrenta el espectador, son dolorosos y desoladores. Un par de niñas protagonizan una pelea que va a concluir con la muerte de una de ellas, víctima de bullying durante años.

Se puede apreciar en el video, tomado por compañeros jóvenes, un momento que debiera llenar de vergüenza a quienes lo grabaron por presenciar un acto violento. Un acto derivado de una secuencia de actos violentos en donde una de las niñas, de apenas 14 años, había sido víctima de bullying.

Esto, en nuestro país, un lugar en el que la violencia se ha naturalizado de una manera dramática. No puede ser posible, pero lo es, que sean menores de edad quienes con gozo están grabando esta escena. Ningún adulto interviene durando tanto que llevará a la muerte de una de las niñas.

Debiera espantarnos lo que está pasando. Niños que les parece natural que se alegran con la desgracia y tragedia humanas.

Este fenómeno social, el bullying, aducen muchos, no es nuevo. “Ya en mi época se usaba y no pasaba nada”, dicen muchas, muchas personas que creen que ahora se exagera a la hora de hablar de él y de tratar de darle solución.

Los padres de familia irresponsables, las autoridades negligentes y una cada vez mayor soledad de niños y jóvenes están haciendo que el bullying se expanda, se contagie, se multiplique, reproduciéndose con ingente facilidad.

Además, se está fortaleciendo gracias a las redes sociales que lo aceptan sin restricciones. Apenas una leyenda que alerta: el siguiente contenido contiene escenas fuertes, excitando aún más el interés gracias a una casi invitación a verlo.

El combate al bullying, señaló Danielle Dithurbide en su programa matutino de noticias “Despierta”, a propósito de la muerte de esta niña, debe institucionalizarse. Y tiene razón. Es momento de que las autoridades tomen cartas en el asunto para combatirlo. ¿Qué protocolos deben establecerse para que se evite que se expanda y reproduzca? ¿Cómo, y si se dan, deben ser las entrevistas con los padres de familia al tener contacto con un alumno que hace bullying? ¿Cuáles son las sanciones?

Se dio a conocer hace un par de días que en el caso de la joven que murió a causa de los golpes recibidos, fue despedida la directora de la secundaria. Asimismo, que se instalarán cámaras de vigilancia para evitar futuros episodios.

¿Deben quedarse en éstas las disposiciones? ¿Qué piensan hacer las escuelas y colegios en donde se está presentando el fenómeno y no han salido a la luz (aún)?

El reflejo de lo que pasa en los hogares va y se asienta en las escuelas. Un comportamiento que viene de casa, que viene fundamentado en la relación con los amigos y mucho, ahora, mucho que ver con lo que se está exponiendo en las redes sociales, hoy al alcance de menores de edad.

La limitación al acceso de las redes sociales podría ser una de las primeras medidas para empezar a frenar este deterioro en el tejido social, muy preocupante. Estamos hablando de menores de edad que se están llenando de mucha basura que hay en la red.

Las acciones que emprenda cada familia, las que se implementen en las escuelas y las que sean revisadas por las propias autoridades educativas harán la diferencia para intentar lograr erradicar este problema que, como estamos siendo testigos, se le está yendo de las manos a la sociedad.