La Odisea de Homero, por Conejero y Piñero. Episodio II: Las andanzas de Circe

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Plácido Garza DETONA aquí material que podría afectar a ciertas sensibilidades inmaculadas y de buen comportamiento; de ser el caso, favor de navegar con sus barcas hasta el CAJÓN DESASTRE
¿Les platico? ¡Arre!
”Las guerras nunca terminan; matas y mueres”, les dice la hermosa hechicera a los hombres de Odiseo, al transformarlos en cerdos.
Recrean con La Odisea, drama migratorio. Episodio I
De hecho, Circe fue la primera feminista de la historia, aunque jamás adoptó tales poses en los textos de Homero.

En la dos veces milenaria “Odisea”, el autor nunca nos la pinta como las feministas que denigran hoy las cualidades inherentes a la mujer, al hablar de “género” en vez de “sexos”.
- Son los que se asustan con la sola mención de la palabra “sexo” y la cambian por “género”, en la infinita ignorancia de no saber que en este Planeta solo existen tres géneros:
1. Humano.
2. Flora.
3. Fauna.
- Son los mismos que adoptaron desde los tiempos del nefasto Fox, la estúpida costumbre de decir y escribir “los” y “las”, sin saber que el artículo en masculino define por igual al femenino.
Son las feministas de Ximena Peredo -como la tal Leticia Cedillo, que hacen apología del insulto, la agresión, la ignominia y el agravio, para defender a la ex funcionaria del tal Samuel, y que sin darse cuenta, se han metido en un berenjenal legal de padre, madre y señor nuestro.
Después de ese breviaro incultural...
...volvamos a “La Odisea”...

La adaptación del dramaturgo español Alberto Conejero menciona en uno de los diálogos que... “hay que temerle a los Troyanos y más cuando traen regalos”.
En realidad, no fueron ellos los del regalo, sino los Aqueos de la expedición de castigo, tras el rapto de Helena de Esparta a manos del príncipe Paris, de Troya.
El famoso Caballo fue el regalo de los Aqueos a los Troyanos, que al recibirlo en su infranqueable ciudad fortificada, sintieron haber triunfado contra los invasores, se entregaron a la fiesta y el resto de la historia lo conocemos sobradamente.

Una verdad que traspasa 21 siglos es esta que dicen los textos de Homero, transformados por Conejero y revividos brillantemente por Rennier Piñero, quien dirigió la puesta en escena de la Facultad de Artes Visuales de la UANL:
-”Un alma se pierde más velozmente que el vuelo de todas las aves del mundo”.
¿Qué me dicen de ésta?
-”Una sombra nos gobierna”.
Y ¿qué tal esta otra?
-Ante las desgracias sufridas en su viaje...“¿Fue culpa nuestra o de los dioses que dieron su visto bueno?”
Dirigida al tal Samuel y a otros gobernantes del sexenio, la próxima:
-“Entiérrenme con mi remo y con mi amo”.

Y esta, para sus viudas y viudos:
-“No quise vivir para enterrarte; le arranqué esa victoria a la muerte”. Sí, tú...no me digas.
La siguiente alusión va dedicada a los herederos y bragueteros de la I.P., que le siguen el juego al gobierno, por pura conveniencia. Y no solo me refiero a los mexicanos, sino también a los norteamericanos:
-“Aquí solo somos imágenes sin brillo de los hombres que existieron antes. Somos sombras que merodean la luz”, en clara alusión a los empresarios de estirpe que crearon emporios heredados a hijos, nietos, bisnietos, tataranietos y choznos -naturales y políticos- que se quiebran al menor roce -porque son de cristal- mientras que sus antecesores y benefactores fueron de peltre -duro y áspero- pero resistente.
De pronto, Circe se trepa sobre Odiseo para seducirlo. Lo monta cual amazona sobre potro manso -y menso, diría yo- lo besa como solo las mujeres apasionadas saben hacerlo.
-“Tu cuerpo necesita olvido”, le dice al oído en uno de los momentos más sensuales de la obra, ante un público impávido por las escenas SIN CENSURA que está viendo.
Cirse es bella -el personaje y la actriz- y se regodea en el escenario trasluciendo sus hermosos atributos.
¡Está desatada!
Pero Odiseo ni siquiera abre la boca cuando Circe lo besa, y sus brazos están caídos cuando ella lo abraza apasionadamente.
Está impávido, estéril y por ende, impotente para procrear al hijo que se pasea en pañales, en el imaginario de la madre y de la sacerdotisa, que lo cargan en sus regazos.
-“No retes al sol, que todo lo ve”, vuelve a la carga Circe.
Pero Odiseo está perdido. (El muy menso, vuelvo yo a la carga).
”De qué me sirve vivir en Eea, si la isla está llena de fantasmas. Volveré a Ítaca, donde me espera Penélope, ella es mi mañana”.
Se refiere a su esposa, que se le aparece en sueños mostrándose provocativamente, para tratar de llevarlo a donde solo una mujer sabe de verdad lo que le gusta al hombre.
-“No quiero la inmortalidad contigo, Circe, prefiero a Penélope”, le dice Odiseo a la sacerdotisa, pero...
...En el tiempo que se queda como náufrago en la isla de Eea, los atributos de Circe ganan la ¿batalla? y Odiseo tiene descendencia con ella. “¿No que no?, cabroncito”, como decía mi abuela la alcaldesa.
CAJÓN DESASTRE:
- Se me quedaron buenos tiros sobre esta obra.
- Por lo tanto, se vendrá un Episodio III, para prender más el ambiente y se llenen las funciones del miércoles al domingo de la próxima semana, con esta espléndida puesta en escena.
- Por lo pronto hoy, tengan ustedes un plácido domingo.