La ‘porno’ en adultos, sus efectos y consecuencias

Los padres tienen una gran preocupación por el uso de la tecnología en sus hijos, pero la pregunta es “¿y los adultos?”.

Las investigaciones han demostrado que la exposición a la pornografía puede tener efectos negativos tanto en adolescentes como en adultos. Los estudios han encontrado que los adolescentes con exposición frecuente a contenido sexual en la televisión son más propensos a experimentar embarazo adolescente. Un estudio realizado por RAND Corporation (organización americana dedicada a la investigación como la seguridad, la salud, la educación, la sostenibilidad, el crecimiento y el desarrollo) encontró que la probabilidad de embarazo adolescente se duplica cuando la cantidad de exposición al contenido sexual dentro de los episodios de visualización es alta.

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Además, la pornografía que ven los adolescentes puede desorientarlos durante su fase de desarrollo cuando tienen que aprender a manejar su sexualidad y cuando son más vulnerables a la incertidumbre sobre sus creencias sexuales y valores morales. El uso frecuente de pornografía entre los adolescentes se ha relacionado con sentimientos de soledad, incluyendo depresión grave y niveles más bajos de autoestima sexual.

La pornografía puede perjudicar a las familias y a los matrimonios al aumentar la tasa de infidelidad conyugal en más del 300 por ciento, causando la pérdida de cónyuges, pérdidas financieras considerables y la pérdida del empleo. En el estudio de RAND se encontró que en el 47 por ciento de las familias en Estados Unidos la pornografía es un problema en sus hogares.

Además, el 68 por ciento de los casos de divorcio involucran a una parte que se reúne con un nuevo amante a través de internet, mientras que el 56 por ciento involucra a una parte que tiene un “interés obsesivo” en sitios web pornográficos. Los efectos de la pornografía en adultos son muy serios, ya que se reduce la atracción física de su pareja y se incrementa la apatía para tener relaciones íntimas. Estudios han encontrado una relación entre el consumo de pornografía pesada y la disfunción sexual, como “disfunción eréctil inducida por el porno”. El consumo excesivo de pornografía podría potencialmente conducir a comportamientos similares a la adicción, afectando la gestión del tiempo y la disponibilidad emocional dentro del matrimonio.

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La pornografía no es sólo una actividad sexual, también puede ser una actividad emocional y psicológica. Para las parejas que están en una relación seria o matrimonio, ésta puede llevar a problemas con el compromiso y la felicidad de la pareja. El problema más significativo con la pornografía es que es adictiva y puede causar una pérdida de autocontrol. Además puede conducir a una falta de confianza en el cónyuge y aumentar los sentimientos de traición.

En mi consulta privada observo que por cada 10 parejas que recurren en ayuda, 8 tienen un problema de pornografía. La mayor parte de las esposas se quejan de que sus maridos han olvidado tener intimidad física con ellas. Mujeres muy jóvenes y con pocos años de matrimonio expresan su preocupación porque sus esposos se la pasan en su celular en vez de con ellas.

Podemos observar que el problema del mal uso del internet no es exclusivo de los niños o adolescentes, sino también de los adultos. La Dra. Radesky, investigadora norteamericana del uso del celular en papás, afirma que más del 80 por ciento de los adultos son adictos a redes sociales, videojuegos y pornografía.

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En conclusión, los efectos negativos de la pornografía en adolescentes y adultos no pueden ser ignorados. Padres, educadores y legisladores deben trabajar juntos para crear un ambiente seguro y de apoyo para que los adolescentes aprendan y desarrollen sus creencias sexuales. Es muy importante buscar ayudar profesional y psicológica cuando se presenta obsesión o adicción a la pornografía.