La última lección: inspirando personas

Hace 15 años, el 25 de julio de 2008, falleció Randy Pausch a la edad de 47 años, quien fuera un destacado profesor de ciencias de computación en la Universidad Carnegie Mellon, reconocido también por su pasión por la investigación y por haber sido un excepcional conferencista.

Randy Pausch nació el 23 de octubre de 1960, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos y desde niño, demostró una fascinación por la ciencia, la tecnología y la innovación.

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Se graduó en Matemáticas en la Universidad Brown y obtuvo su doctorado en Informática en la Universidad Carnegie Mellon. Durante su carrera, contribuyó significativamente al campo de la realidad virtual y la interacción hombre-máquina. Fue cofundador de Entertainment Technology de la universidad y maestro fundador del curso “Construcción de Mundos Virtuales”, del cual fue el responsable durante 10 años.

ÚLTIMAS LECCIONES

En un gran número de universidades en los Estados Unidos organizan lo que se llama “últimas lecciones” en las que les piden a los profesores que se imaginen que van a morir al día siguiente y piensen qué conocimientos, filosofías o creencias les quisieran pasar a los jóvenes antes de partir.

La participación de Randy Pausch en la serie de “Lecciones de Carnegie Mellon” representó una gran ironía. Pausch, sabiendo que estaba muriendo de cáncer de páncreas, preparó su última lección titulada “Alcanzar realmente tus sueños de la infancia”, en la cual compartió sus reflexiones sobre cómo vivir una vida significativa, perseguir sueños y abrazar la adversidad; se trataba, literalmente, de su última conferencia... De su última lección.

Fue así como el 18 de septiembre de 2007, se dirigió a un auditorio repleto de estudiantes, en la cual Pausch comenzó citando a su padre: “¡Si hay un elefante en el salón, preséntalo!” Entonces inició su conferencia comentando que estaba enfermo de muerte.

LIBRO

Randy Pausch continúa inspirando a infinidad de personas que leen su libro “La última lección”, coescrito con Jeffrey Zaslow, en el cual, entre otros temas, narra la excepcional y valiente batalla que libró contra el cáncer de páncreas. Así como su enfoque en vivir la vida al máximo (https://www.cmu.edu/randyslecture/).

El libro representa un hermoso testimonio de esperanza, resiliencia y superación personal. Sus páginas contagian entusiasmo y pasión por vivir, pues no trata sobre cómo morir, sino de cómo vivir.

Randy, en una última mirada a su biografía, comparte todo lo que ha aprendido en su vida, al tiempo que brinda consejos, particularmente para los jóvenes, para afrontar los retos de la existencia.

Su libro ha trascendido barreras culturales, llegando a lectores de todas las edades y ocupaciones. Pausch sigue inspirado a muchas personas en el sentido de abrazar la vida con una nueva mirada, de aprender a afrontar los desafíos con coraje y perseguir los ideales con determinación, también a no quejarse, sino solamente a trabajar más duro.

INESPERADO DIAGNÓSTICO

En septiembre de 2006, fue diagnosticado con cáncer de páncreas en etapa avanzada, con un pronóstico de tan solo pocos meses de vida. Comenzó un tratamiento muy agresivo que incluía cirugía mayor y quimioterapia experimental; sin embargo, en agosto del 2007, le dijeron que el cáncer había invadido el hígado y el bazo, lo que significaba que era terminal.

Frente a esta devastadora noticia, decidió transformar su experiencia en una lección de vida para él mismo, su familia y todas las personas que lo escucharan.

LECCIONES

En este contexto, he seleccionado 9 lecciones que Randy ofrece en su libro:

1. La importancia de aprovechar el tiempo. Su enfoque en “tachar elementos de nuestra lista de deseos” permite recordar que la vida es finita y, por tanto, la necesidad de ser proactivos en la realización de nuestros sueños.

Aprovechar el tiempo implica comprender que cada momento que pasa ya no vuelve. Infinidad de personas que han pasado por situaciones extremas se arrepienten por no haber hecho muchas cosas que dejaron para más adelante y que nunca llegaron a realizarse.

2. La importancia de soñar y perseguir objetivos, a pesar de los desafíos y obstáculos que puedan presentarse en la vida. Según el Randy, soñar es lo que nos mantiene vivos. La vida es, sobre todo, ilusión; por tanto, una persona sin ilusiones no «vive» sólo «sobrevive». Nunca debemos perder el espíritu de soñar; incluso “si no consigues tus sueños puedes todavía conseguir mucho tratando de hacerlo”.

En este contexto, Randy comenta: “Mucha gente busca atajos. Yo he descubierto que el mejor atajo es el camino más largo, que básicamente consta de dos palabras: trabajo duro...”

3. Afrontar la adversidad con valentía: Ante su inminente destino, Pausch deja el testimonio de la importancia de desarrollar una inquebrantable actitud positiva y la valentía para enfrentar las adversidades de la vida. Invita a estar conscientes que, aunque no siempre podemos controlar las circunstancias que nos presenta la existencia, sí es posible controlar cómo reaccionamos ante ellas; en este sentido, comenta: “experiencia es lo que obtienes cuando no obtienes lo que quieres”, también afirma que el fracaso “no es sólo aceptable, sino, a menudo, esencial”.

4. Jamás hay que perder el sentido del humor, lo cual no significa ignorar los desafíos o trivializar situaciones serias. En cambio, se trata de encontrar formas saludables de afrontar la vida y mantener una actitud positiva incluso cuando las cosas sean difíciles.

5. La importancia de los logros compartidos: Pausch hace hincapié en la idea de que los logros verdaderamente significativos no son individuales, sino compartidos. Por ello, es importante impulsar el trabajo en equipo y la colaboración como medios para alcanzar metas mayores.

6. Es imprescindible pasarla bien, su propuesta es clara: independientemente del lugar en donde uno se encuentre y se haga lo que haga, hay que aprender a disfrutar, por eso es importante no dejarse llevar por la inercia y luchar por todo lo que realmente nos entusiasma emprender; para Randy el talento y el placer van de la mano.

7. Aprender a buscar lo mejor que se esconde en cada persona, lo cual no significa ignorar sus desafíos o debilidades, sino reconocer y enfocarse en sus aspectos positivos. Todos tenemos cualidades únicas y valiosas, al apreciar y valorar esas cualidades en los demás, podemos construir relaciones más significativas y contribuir a un mundo más compasivo y comprensivo.

8. Jamás dar nada por sentado. Pausch comprendió profundamente la imprevisibilidad de la vida debido a su diagnóstico de cáncer terminal. Su perspectiva sobre la importancia de estar preparados para las sorpresas y aprovechar cada día al máximo, es un recordatorio valioso para todos nosotros de valorar la vida y encontrar significado incluso en los momentos más desafiantes.

9. Ante todo, ser agradecidos. Para Pausch, la gratitud no se trataba solo de decir “gracias”, sino de vivir con un profundo reconocimiento y aprecio por todo lo que la vida le había ofrecido, incluso en medio de los desafíos. Su enfoque en la gratitud es un recordatorio poderoso para todos nosotros de valorar lo que tenemos y encontrar razones para estar agradecidos, incluso en los momentos más difíciles.

CARTAS

Randy Pausch demostró cómo, incluso en medio de la adversidad más desgarradora, una persona puede encontrar fuerza, sabiduría y propósito.

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Indudablemente, el impacto de las lecciones de Randy Pausch va más allá de su carrera académica y su lucha contra el cáncer; su testimonio reside en la forma en que compartió su experiencia de vida con el mundo, desafiando a las personas para que enfrenten la existencia con optimismo y resiliencia.

Su legado perdura en el tiempo, sirviendo como recordatorio de que, aunque las personas enfrentemos desafíos inimaginables, siempre habrá una oportunidad para aprender, crecer y vivir, a pesar de los pesares, de manera plena, compartida y significativa.

Ciertísima es la sentencia de Randy, misma que a todos nos podría ayudar en esos momentos de incertidumbre, desilusión o dolor en los que, de tiempo en tiempo, la vida suele ponernos a prueba: “no podemos cambiar las cartas que se nos reparten, pero sí cómo jugamos nuestra mano”. En definitiva, Randy jugó su última mano con generosidad, optimismo y esperanza.

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Programa Emprendedor
Tec de Monterrey Campus Saltillo