- 18 septiembre 2024
La vocación constructora de la AiDH
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Una sociedad construye instituciones para asegurar el gobierno de las leyes. El estado de derecho es una idea que nace para ordenar, sin arbitrariedad, el desarrollo de una comunidad a partir del acuerdo institucional que nos permite resolver las diferencias que tengamos en nuestra convivencia.
Construir instituciones en la República es una tarea permanente que nos dejó Plato para consolidar un mejor estado de derecho que nos dé orden, seguridad y justicia. En el siglo 21 no vamos a discutir las ideas clásicas que dieron origen al estado de derecho. No vamos a retroceder en el desarrollo del derecho a gobernarse en el imperio de la ley.
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Existen premisas básicas. Necesitamos una autoridad popular que nos represente en forma plural para expresar la voluntad general en las leyes. Necesitamos, asimismo, un poder que ejecute de manera eficaz la ley. Necesitamos jueces independientes e imparciales que, además, interpreten la ley en forma racional para resolver los conflictos. Necesitamos un gobierno con instituciones que no abusen del poder, que protejan los derechos de las personas, que funcionen en equilibrio, como contrapesos y, por supuesto, en beneficio del pueblo. Eso es lo que dice la Constitución.
El origen de la República con un estado de derecho no está en discusión. Los antiguos nos enseñaron el camino. Los contemporáneos tenemos otra tarea. Lo que sí podemos deliberar es la mejor manera de hacer las leyes, ejecutarlas e interpretarlas. Ese es el reto que nos corresponde.
Para conceptualizar e implementar las nuevas instituciones, se requiere conocimiento riguroso. No son ocurrencias. Deben tomarse decisiones públicas pertinentes porque un mal diseño institucional nos puede afectar a todos. El costo de no contar con una buena función pública tiene fuertes impactos en la comunidad: un mal juez, legislador o administrador representa el mal gobierno que Lorenzetti nos dibujó en el siglo 14 con su fresco “Allegoria ed effetti del Buono e del Cattivo Governo”.
En la tarea de construir mejores instituciones para la protección de los derechos humanos, la Academia IDH, desde su fundación a la fecha, ha tenido un papel relevante en la construcción de nuevas leyes, políticas públicas, informes y libros especializados para atender los retos y desafíos de la agenda de los derechos. Ha sido una institución universitaria rigurosa, seria y comprometida con la lucha de la dignidad humana.
Si hoy Coahuila cuenta con el mejor ordenamiento legal de protección de derechos humanos, que nos califica como uno de los mejores estados de derecho en el país, es gracias a la consultoría académica que la Academia IDH ha realizado a las instituciones para mejorar las leyes. Muchas políticas públicas que hoy son modelo nacional e internacional, que se reconocen por diferentes organismos protectores de derechos humanos, han sido conceptualizadas desde los cubículos de los investigadores para tener una buena práctica en las instituciones.
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CONSTRUIR PARA AVANZAR
La AiDH es una entidad constructora. Durante más de 8 años de existencia, los resultados de su quehacer universitario son relevantes. No sólo son la institución que mayor producción científica tiene en el país, sino que, además, es la que tiene un papel relevante en la transformación de las instituciones que son necesarias para la protección de la dignidad humana.
En un par de semanas, la casa morada celebrará la inauguración de su sede principal. Ese lugar que nos dará mora (a las personas moradoras) a quienes creemos en que la libertad, igualdad y fraternidad es el camino correcto para asegurar los fines de una sociedad democrática.
Encuesta Vanguardia
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