Cuando doña María Luisa Bustillos Gardea, gobernadora de Ciénega de Norogachi, Guachochi, me explicó hace tiempo la connotación de la palabra rarámuri, comprendí la mística que existe detrás de las famosas corredoras tarahumaras, llamadas así por los mestizos. Rarámuri significa persona que deja huella en el camino, e indudablemente estas corredoras rarámuris han captado la atención y recibido la admiración mundial. La palabra también significa corredores a pie.
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Apenas el pasado 2 de abril en el Ultra Maratón Los Ángeles-Las Vegas, seis mujeres rarámuris corrieron 540 kilómetros en 52 horas sin descanso. Verónica Palma Cruz y Lucy Esther Nava Rivera, dos de estas extraordinarias atletas, hoy domingo fueron madrinas y participantes del evento deportivo Pasa Run For Water en el Parque Fundidora de Monterrey, donde por cierto participaron cientos de coahuilenses. Y es que el gran propósito de esta carrera es aplicar las ganancias que se obtengan a favor de niños con el padecimiento de fibrosis quística, cada uno de estos niños requieren aproximadamente de un millón 200 mil pesos anualmente para sobrevivir y estos pacientes tienen en México un horizonte de vida de 12 años en promedio.
Vero y Lucy fueron reconocidas el día de ayer en Ciudad Juárez y hoy en un estand especial dieron autógrafos a participantes de la carrera ya mencionada. Contendieron en carreras de 6, 10 y 1.5 kilómetros casi 4 mil personas, lo que habla muy bien de los organizadores y más aún de los generosos participantes.
Las corredoras rarámuri participaron en la carrera de 10 kilómetros, aunque debo compartir que son corredoras de resistencia, pero no de alta velocidad; sin embargo, les interesó convivir deportivamente con los competidores y sus familias.
Hoy domingo llegaron muy temprano a su hotel donde les esperaba una espléndida canasta de dulces regionales. Estas orgullosas mujeres tienen el objetivo de visibilizar las causas sociales de su comunidad hoy más que nunca, pues padecen hambruna por la carencia de agua para sus cultivos. Con sus trajes multicolores de amplias faldas, iluminaron la mañana en medio de jóvenes y adultos que se tomaron fotografías para recordar que las conocieron.
Hay un coahuilense en el corazón de este esfuerzo, es el cuatrocieneguense Manuel González Rodríguez, quien preside la Asociación Regiomontana de Fibrosis Quística, él mismo corrió la carrera de 6 kilómetros que dio inició a las 7:30 de la mañana luego de una ceremonia prehispánica con danzantes del Grupo Tonatiuh para abrir los cuatro puntos cardinales.
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Entre Coahuila y Nuevo León hay muchos lazos de fraternidad, por ello debo señalar la rueda de prensa que para promover la carrera organizó la Delegación Canacintra Sureste que preside el ingeniero Eduardo Garza. Y ya que estoy señalando a personas que hicieron posible un evento deportivo tan notable, quiero agradecer las gestiones que realizó para contar con la presencia iluminadora de las corredoras rarámuri, Vero y Lucy, a Enrique Rascón, joven titular de la Secretaría de Pueblos y Comunidades Indígenas del Gobierno del Estado de Chihuahua.
En la carrera saludé a muchos saltillenses, vaya que cuando hay un fin común somos capaces de emprender cualquier sueño.