Las ficciones en la política coahuilense
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Ficción, de acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la lengua, significa “Dar existencia ideal a lo que realmente no la tiene” o “Dar a entender algo que no es cierto”.
Nuestro estado vive precisamente entre los caminos de la ficción y se adentra en intrincados supuestos que presentan una realidad imaginada en la mente del gobernante, pero ausente en las necesidades del ciudadano de a pie.
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Parecería que el estilo del expresidente AMLO, de presentar cajas chinas a los mexicanos, es copiado de manera burda por el chamaco del Palacio Rosa, con la diferencia de que aquí no hay mañaneras.
La ausencia de recursos derivados del atraco de 18 años de mal gobierno y manos sinvergüenzas, ha dejado agotados los saldos para siquiera hacer frente a los gastos de personal e imagen del gobernador, quien se aleja cada día más de sus promesas a un año de tomar posesión; tiempo suficiente para que esta tierra cuente con un plan ordenado de crecimiento económico y urbano.
Y si bien es cierto que termina la decimosexta parte de su sexenio, resulta que va tarde en los compromisos que fincó con los coahuilenses cuando tomó posesión. Vámonos en orden y por temas:
Salud Popular. Jiménez habló en campaña de consolidar centros de salud popular para brindar atención de calidad al interior de las colonias, una tarjeta de salud popular para adultos mayores y otros grupos vulnerables, así como a mejorar la infraestructura médica en Coahuila. Realidad: La tarjeta de salud popular no existe y los adultos reciben los subsidios del Gobierno Federal. Además, se comprometió a construir hospitales y mantenerlos, así como mejorar la infraestructura médica, sin embargo, en este rubro, aun cuando se anunciaron obras de mantenimiento en hospitales públicos, la realidad es que solamente se ha metido mano en forma conjunta con el alcalde de Ramos al centro de salud de Paredón.
Coahuila blindado. En este caso propuso mantener la coordinación entre los tres órdenes de gobierno para mantener la seguridad, además de acciones en prevención con programas diversos, consolidar una policía más humana y cercana a la gente. Pero desafortunadamente, aun cuando el secretario de seguridad actual, próximo fiscal del estado, implementó un modelo funcional a nivel municipal, la realidad es que los comandantes de los “orcos” del pasado continúan haciendo de las suyas en la operación policial, de tal manera que nuestro estado tiene más delitos comunes que: Michoacán, Guerrero, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Zacatecas y San Luis Potosí. Mientras que los ingresos del Impuesto Sobre Nóminas en lugar de invertirse en infraestructura, como fue pactado, se entregó a esa secretaria para comprar patrullas y armamento, así como construir arcos que a la fecha sólo son intentos.
Coahuila Global. Aquí propuso capitalizar al máximo el nearshoring con un equipo especializado y oficinas de operación económica, obras de infraestructura y nuevos parques industriales, además de apoyos e incentivos para la micro, pequeñas, medianas y grandes empresas. ¡Ups!, ahí fue cuando la puerca torció el rabo, y es que con esos caprichos de andar desviando dinero a otras áreas y pagos de nóminas, como lo cité arriba, Jiménez timó a los empresarios y, en lugar de construir vías de comunicación ágiles y libramientos, dejó a la iniciativa de grupos de inversionistas la construcción de parques industriales, sobre todo en la Región Sureste, y se “apropió” de las ampliaciones de las empresas ya establecidas que están creciendo gracias al impulso de los mercados y accionistas.
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Jiménez Salinas también propuso que en el rubro del “Gobernador de las Mujeres” (con dos feminicidios en promedio al mes) habrá una policía violeta, además de recuperar los refugios para mujeres víctimas de violencia. Por lo que hace a la policía violeta, el proyecto se convirtió en un irrisorio convenio con los Oxxo para ser puntos de apoyo para las mujeres. ¡Haya cosa!
Decía mi abuelo que a la hora de freír frijoles, manteca es lo que hacía falta. Pues resulta evidente que la constante, al menos en este año, en el Gobierno estatal ha sido la ficción y el simulacro.
Borges escribe: “Vivimos postergando todo lo postergable”. La historia es una forma más de ficción. ¡Válgame Dios!