Llegó la hora, salgamos a votar para que podamos exigir
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Desde hace casi seis años en que el partido Morena se trepó en la Presidencia de la República, se empezó a gestar un país con una escala de valores y de responsabilidades muy disminuida que nos ha llevado por caminos en forma desordenada, tan es así que en algunos estados han sufrido eventos con consecuencias mortales. De igual forma hemos sufrido una distribución con presupuestos rebajados que han hecho estragos eliminando la construcción de infraestructura, igualmente la cancelación de apoyos a organismos autónomos y otros cuya labor ayudaba a sectores vulnerables.
En todos los círculos sociales, de negocios, educativos, en reuniones femeninas, en fin, en todos los casos cada quién ha querido imponer sus razones en cuanto a los futuros ganadores en la contienda electoral donde se elegirán Presidente de la República, en algunos casos gobernadores, alcaldes, senadores, diputados federales, etcétera.
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Estas elecciones nos han atiborrado de anuncios y de visitas domiciliarias de los candidatos en donde nos han prometido la solución a todos los problemas que existen en el País como lo hicieron hace seis años, y que en muchos de los casos se quedaron necesidades que hasta la fecha persisten, ya que el dinero habría que inyectárselo a las famosas mega obras que han sido la obsesión del Presidente, obras que hasta esta fecha de término de sexenio no han sido concluidas, y por lo tanto sin los resultados que se prometieron y en donde mediante una muy mala proyección financiera, ignorancia total, le siguen suministrando cantidades multimillonarias.
En estas elecciones esperemos que el Instituto Nacional Electoral (INE) demuestre ser un verdadero árbitro que actúa con transparencia, con neutralidad y con imparcialidad en la decisión dictada en las urnas por los votantes, y que no se deje amedrentar por las estructuras gubernamentales para que resuelva en determinado sentido.
Mostremos al mundo que tenemos la suficiente capacidad de escoger democráticamente a quién nos va a gobernar los siguientes seis años y hacer que el poder público respete esa decisión, y una vez que empiece a administrar los asuntos gubernamentales del País, exijámosle que demuestre honradez y conocimientos de la vida pública.
Asimismo, no se permitan más actos de corrupción, más políticos ignorantes, necios, prepotentes, improvisados, ocurrentes, autócratas con sus características de absolutismo, y si no es así y la autoridad voltea para otro lado, de la misma manera que votamos hagamos presión para que sean castigados sin tregua imponiendo la pena justa.
Ya en el poder que sean escuchados los criterios de los asuntos oficiales por parte de su primer círculo, es decir, los secretarios de estado, que no sean tratados como vasallos donde sus opiniones permanezcan encerradas en sus mentes, ya que se supone que estos deben ser escogidos por sus conocimientos.
La o el triunfador no quiera convertirse en factótum del País como lastimosamente lo hemos padecido. La presidenta o el presidente que sea elegido es una persona como cualquiera que se equivoca como ser humano, como ahora mismo lo hemos visto hasta la saciedad, pero que debe tener la humildad de reconocerlo y rectificar.
Deberá gobernar para toda la nación, pues de toda la nación procederá la votación para su elección. Que no esparza el presupuesto según sus querencias, eso es injusto, ya que de toda la república los votos ayudarán para su triunfo.
El país debe ser higienizado y puesto en orden, tenemos que escalar a otros niveles de nación extinguiendo políticas caducas y populistas que ya no deben permanecer en la actualidad.
Salgamos a votar, por quien quiera, pero hágalo, aprovechemos la oportunidad que nos da la democracia participativa, vigilemos que nuestro voto sea contado tal como lo depositamos, confiados en que en cada casilla electoral estarán los representantes de cada partido político. Votemos pues.
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperales@gmail.com
@aguirreperalesf