¡Llegó Manolo!

Ayer 30 de noviembre, a las 12:30 de la tarde, “Miguel Riquelme colocó su retrato en una de las paredes del salón de Gobernadores en Palacio Rosa junto a los de gobernadores pasados”. Ese acto simbólico inscribió de manera indeleble el legado de Riquelme en la historia política de Coahuila. También, abrió un ciclo de crecimiento, para el político futuro inmediato, de Miguel.

Hoy 1 de diciembre, a las 9:00 horas, Manolo Jiménez Salinas tomará protesta como gobernador en el Congreso del Estado.

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Y a las 12:00 del mediodía, Jiménez, ante sus huestes partidistas en el Parque Las Maravillas, celebrará el inicio de un nuevo ciclo político bajo su liderazgo, sujeto a un entorno retador.

Manolo arriba a la gubernatura con una legitimidad política blindada por un triunfo arrollador definido por 765 mil 979 votos. Esa legitimidad, sin embargo, es directamente proporcional a los retos que enfrentará en un entorno incierto y complejo.

La entrada de Coahuila a una economía global de Siglo XXI tendrá cuatro retos: mejorar la infraestructura, elevar la calidad educativa, tener suficiencia hídrica y evaluar el impacto en la calidad de vida de los habitantes de las cinco regiones.

Mantener blindada a Coahuila exigirá sustentar, más allá de la coordinación operativa entre policías estatal y municipal, Ejército y Guardia Nacional, el liderazgo, la voluntad política y la visión estratégica obligados ante el asedio del crimen organizado que no cejará en sus intentos por invadir Coahuila.

Impulsar un recambio generacional para fundar una nueva clase política bajo el liderazgo político de Manolo, demandará, no solo, rejuvenecer físicamente a los integrantes de la estructura de gobierno, sino, sobre todo, introducir una nueva cultura o mentalidad de liderazgo organizacional y gerencia política acordes con los tiempos actuales.

Ciudadanizar la gestión gubernamental, que es parte medular de la visión de Jiménez, implicará desarrollar un modelo metodológico que involucre, además de temas relacionados con la seguridad pública, la transparencia y la rendición de cuentas con asuntos vinculados con la obra pública, la cultura, el deporte, la cohesión social y la salud mental preventiva, en el caso del suicidio, por mencionar algunos. En síntesis, la ciudadanización debe partir de un modelo integral que revalide la importancia de la participación ciudadana en todos los aspectos vinculados con la gobernabilidad.

¿Podrá Manolo enfrentar estos retos y superarlos? Sin duda alguna. Su capacidad probada y su gabinete, filtrado en días recientes, así lo comprueban.

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Cuenta, además, con el voto de confianza de la gran mayoría de los coahuilenses.

Llegó Manolo. Bienvenido sea. Coahuila lo recibe con brazos abiertos, porque su esperanza y su convicción lo acompañan y le abrazan.

Nota: El autor es Director General del ICAI. Sus puntos de vista no representan los de la institución.