Los 42 del Presidente y cómo seguir sin gobernar
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El presidente Andrés Manuel López Obrador no se cansa de provocar a la oposición. Lo ha hecho una vez más esta semana cuando en su show llamado “La mañanera”, exhibió una lista de 42 personas que podrían ser candidatos a la presidencia representando a los adversarios.
Una lista de presidenciables cuando falta mucho tiempo para el periodo electoral de 2024.
¿Cuál es el propósito de poner una lista de 42 contrincantes? ¿Qué lectura puede tener? ¿Qué intención tiene hablar de eso cuando existe más de una decena de temas pendientes?
Ni la selección mexicana de fútbol, a donde llaman a cualquiera, tiene una lista tan larga como la que escribió el Presidente. ¿Por qué ahora, por qué en este momento?
La mañanera, que se ha convertido en un reality show digno de la “telebasura”, no es otra cosa que una herramienta distractora y de propaganda electoral.
¿Por qué dar una lista de presidenciables opositores tan larga como lista de los convocados a un partido molero del Tri? Dar una lista tan extensa y poner a todos en la misma bolsa tiene distintos mensajes:
En primera, el Presidente se burla de la oposición. Son 42 y ni así pueden. Sube a todos al ring y les dice “ni todos juntos pueden contra el movimiento. No se ponen de acuerdo. No hay liderazgos”.
Todos contra mí. El “bien y el mal”. Es decir, peleen entre ustedes, divídanse, pulverícense.
Dar una lista ocasiona que todos reaccionen a la misma. Respondan. Hablen de ella. La critiquen. Olvídense de la violencia, de la política exterior, de las reformas, de la militarización del País.
El arte de dictar la agenda. De desviar miradas. De hablar de lo que le da la gana, menos de ponerse a gobernar. El perfecto distractor de los verdaderos problemas de un país consumido por la violencia y la corrupción.
El Presidente se mete en cosas donde no se debe meter. Provoca y se burla de sus adversarios como el más colmilludo de los buleadores.
Pone a Lorenzo Córdova, titular del Instituto Nacional Electoral (INE), como una forma de colocar al organismo en la misma caja que la oposición. Es decir, el INE es también oposición, es también corrupto, conservador y neoliberal. El INE es contrincante. Algo que siempre ha querido en su afán por desaparecerlo.
Prácticamente están todos los gobernadores diferentes a Morena. El Presidente ve a los gobernadores que no son de Morena como adversarios. Su objetivo es tapizar de súbditos gobernadores el País y por eso cualquier otro gobernador que no sea de Morena le estorba.
En la lista están influencers como Chumel Torres, como una forma de reducir a la oposición a un asunto de tuits y videos virales, como querer equiparar a los contrincantes a una suerte de comediantes.
Están comunicadores y periodistas críticos al régimen. Otra vez, ve la libertad de expresión como un asunto de adversarios y contrincantes; “o me aplauden o están contra mí”.
AL TIRO
Una cosa es cierta. El hecho que no sobresalga una figura de entre 42 nombres, refleja que el contrapeso es débil. Hoy por hoy no hay ningún perfil al que puedan seguir quienes están en contra de Morena y el Presidente. La caballada está flaca y el Presidente se ríe de ello, hasta con una risa malévola cuando daba la lista.
El Presidente lo sabe y se burla de ello. Todos caen, todos reaccionan, todos se enojan. Y él sigue con el bullying.
Falta más de año y medio para las elecciones de 2024 y el Presidente ha montado desde ya un show. Así ha sido, así funciona y así seguirá.
