Los pajes majes

Les platico -primero- las definiciones de estas palabras:

Según la Real Academia Española, paje es el que está al servicio de un noble o un rey.Según el dueño de la Pulquería “El oráculo de Delfos”, cuya matriz está en Tepito y con única sucursal en La Bondojo, maje equivale a tonto e ingenuo. Según el dueño de la Peluquería “Ni un pelo de tonto”, de Tepito, maje es aquella persona a quien se le va a robar.

Ahora sí, música maestro. De preferencia, una cumbia colombiana para meternos en ambiente. ¡Arre!

La costumbre.

Desde tiempos inmemoriales y en todos los países, por delante de la visita de un mandatario a otro país e incluso a una ciudad distinta a la capital desde la cual despacha, va lo que se llama una “avanzada”.

En México, en tiempos del PRI, cuando un presidente visitaba un barrio, una colonia u otra ciudad, había dos tipos de avanzada.

La primera se encargaba de ayudar a los locales a bachear las calles por donde pasaría el convoy, a pintar las aceras; en fin, a maquillar las sendas por donde pasaría el presidente para que viera pura hermosura y no basura.

La segunda avanzada era de las áreas de inteligencia, que se aseguraban de evitarle sorpresas desagradables al mero jefe.

Revisaban los discursos de quienes hablarían ante él, checaban las listas de invitados y hacían “sugerencias” ad-hoc a sus encumbrados juicios.

Tales niveles de sofisticación eran incluso más meticulosos en dictadores y golpistas como Fidel Castro -y antes de él, Fulgencio Batista- (Cuba), Hugo Chávez -y hoy Nicolás Maduro- (Venezuela), Augusto Pinochet (Chile), Jorge Videla (Argentina), Leónidas Trujillo (República Dominicana), Francois Duvalier (Haití), Alfredo Stroessner (Paraguay), Anastacio Somoza -y hoy Daniel Ortega- (Nicaragua) entre otros de esa ralea, por hablar solo de los de Latinoamérica.

Visita a Colombia.

¿Vieron y escucharon el mensaje del presidente colombiano Gustavo Petro con su homólogo Andrés Manuel López Obrador al lado, en la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre Drogas “Para la vida, la paz y desarrollo”?

No se necesita ser un experto en comportamientos no verbales para darse cuenta de la incomodidad que sumió hasta el fondo del asiento al presidente mexicano.

Como dice el sofisticado dueño de la pulquería citada aquí arriba: tuvo que ingerir tubérculo poblano.

Si las áreas de inteligencia del gobierno de la 4T hicieran bien su jale, por lo menos hubieran sugerido que sentaran a López Obrador no al lado del anfitrión de la reunión.

Si hubieran sido más eficientes, le habrían “soplado” a la oreja a su jefe lo que Petro diría en su alocución.

Y si fueran profesionales en su oficio, tendrían que haber hecho valer el peso específico de México ante Colombia y “sugerirle” a los pajes de Petro que le bajara en sus alusiones a los funcionarios, legisladores y hasta presidentes que son comprados por los narcos, y otras lindeces que se aventó al lado de su principal invitado.

No fuera a ser que algún malhora anduviera haciendo conjeturas, ya ven cómo son los chicos de la prensa.

Otra que sale raspada en esta aventura es la embajadora de México en Colombia, Patricia Ruiz Anchondo, ex diputada morenista y sin experiencia sabida en el servicio exterior mexicano.

Fue jefa de la Delegación Gustavo A. Madero y su pedigrí político se remonta al PRD. Tan tan.

”Haiga sido como haiga sido”, no fue nada grato ver al presidente de México en medio de lo que las fotos y los videos dicen más que mil palabras.

¿Y Chile?

¿A qué fue Andrés Manuel al país andino?

¿A conmemorar los 50 años del golpe militar que derrocó a Salvador Allende?

¿A decir en frente del joven presidente chileno, Gabriel Boric, que Allende es el presidente extranjero a quien más admira?

¿A tomar distancia de por medio de Claudia Sheinbaum a unos días apenas de su ungimiento como virtual candidata de Morena a la presidencia de México?

¿Para ver cómo se mueve sin la cercanía física de su mentor y evaluarla en eso? De todos modos se aseguró de que Adán Augusto -su paje maje- fuera nombrado desde ahora como jefe de campaña de Claudia.

La historia ha dado cuenta que detrás del golpe de Estado que llevó a Pinochet al poder tras el ataque al Palacio de La Moneda, estuvieron los Estados Unidos.

Y resulta que nuestro vecino del norte es el principal cliente de productos y servicios mexicanos.

¿Qué anda haciendo AMLO picándole la cresta al principal socio comercial de México?

Las revisiones más candentes del TLCAN tocan a la puerta y hay un montón de controversias promovidas por inversionistas norteamericanos en las cortes internacionales, por violaciones flagrantes del gobierno mexicano a los acuerdos de dicho tratado trilateral.

¿Por qué no ir a Texas?

Dicha entidad tiene un PIB (Producto Interno Bruto) de 1.6 billones de dólares, mayor que el de todo México, que es de 1.046 billones de dólares.

Es que el presidente mexicano le da más importancia a la ideología.

Así que, a los millones de mexicanos que han ingresado en este sexenio a las filas del hambre, hay que sugerirles que se echen un “taco de ideología” en su próxima comida.

Ese ingrediente sobra en el gobierno actual.

Cajón de sastre:

“Primero: López Obrador tiene ´estorbantes´, no ayudantes. Segundo: ordenó a los pilotos de la nave en que viajó de Colombia a Chile, evitar el espacio aéreo de Perú, que está en la ruta más directa entre ambos países. Las razones que dio para semejante maniobra fue evitar una ´majadería´ de la presidenta Dina Boluarte, a quien su gobierno no reconoce. Otra vez, la ideología por encima de la economía. ¿Cómo la béisbol?”, detona la irreverente de mi Gaby.