Madres buscadoras: Encontrarse y dejarse encontrar

Esta mujer tiene una pala en la mano.

Es una buscadora. ¿Qué busca? ¡Asómbrense! Está buscando a su hijo. Piensa que lo podrá encontrar en alguna fosa común, en algún lugar del territorio nacional. Pueden ser restos, huesos, cenizas, polvo. Es de las madres que primero exigían: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

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Se manifiestan, parcantean y ostentan fotos amplificadas de rostros inolvidables y exigen que la búsqueda sea numerosa, ubicua, científica, técnica, especializada, pronta y eficaz. No pocas toman su pala y escarban también cuando ven que pasa el tiempo sin resultados. Es una exigencia de su amor maternal.

La fe de algunas ha sido el mejor bálsamo. Se convencen que sus hijos no están en lo que buscan. Que no los tendrán en lo que encuentren. Su consuelo reconfortante es adivinar que se ha cumplido en ellos una promesa divina. Que ellos han sido encontrados ya por Quien los tiene en vida gloriosa y que la ausencia es sólo temporal. Crece así su esperanza de un reencuentro glorioso en mejor vida.

Las madres buscadoras de hijos desaparecidos requieren sanación integral, con atención suficiente, psicológica y espiritual. Que se encuentren a sí mismas con luces de aceptación, perdón y transformación del dolor en oblación esperanzada y reconfortante.

CIENCIA Y POLÍTICA

La virtud no está en los extremos.

Se puede pecar por defecto o por exceso. La eficacia no llega con sólo aptitud, técnica, ciencia, erudición. Hará falta la creatividad para saber escuchar, discernir, decidir, repartir, vigilar y comprobar.

Ni mucha ciencia con poca política. Ni un exceso de política sin bases científicas. Se puede tener mucho colmillo político sin el seso y las luces teóricas asentadas en conocimientos sólidos.

No pretender lucidez sin sensatez ni suponer sensatez donde no hay lucidez.

En un gabinete es valioso que se combinen ciencia y política en algunos de sus integrantes o en la complementación de lo que unos saben con lo que otros practican.

Son estimables los grados universitarios: maestrías, licenciaturas, doctorados; pero también son indispensables las destrezas de sana diplomacia, diálogo suficiente y experiencia lograda.

CONTRAPESO, RESISTENCIA Y SANA CRÍTICA

Es bueno que el caballo sea brioso, pero necesitará la rienda, la espuela y hasta el látigo. Donde hay poder siempre hay riesgo de exceso y de abuso. Por eso se requieren las resistencias que aguanten, detengan y contrarresten.

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La oposición se va haciendo obsoleta. El adversario está aprendiendo a ser colaborador desde su disidencia para lograr el bien común. Está dejando atrás esa actitud perversa de desear el fracaso de los proyectos oficiales.

Ya no descalificación, menosprecio, insulto, condenación, sino sana critica a las ideas, respetando a las personas. Nunca enemistad, satanización de lo ajeno y sacralización de lo propio. Siempre reconocimiento de los propios límites y de los valores del criticado.

TARDE NUBLADA Y LLUVIOSA

Dámaris está escuchando una grabación de piano y saxofón, dando tragos al café veracruzano, en jarrito de Oaxaca.

Su amiga Úrsula la acompaña leyendo en la misma terraza, protegida de la suave lluvia.

Llegan José y Miguel y dejan una pizza en la mesa, sacudiéndose las gotas de la cabeza uno y de la barba el otro...

No hay relámpagos ni truenos... Se puede descansar en grata compañía...