Marcelo Ebrard: ¿por qué ha repetido (casi todos) los pasos de Ricardo Mejía?

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Múltiples paralelismos pueden encontrase en la ruta seguida por Marcelo Ebrard y Ricardo Mejía en su pretensión de convertirse en candidatos de Morena. Un hecho los separa solamente: la actitud de López Obrador frente al excanciller
El pasado 6 de septiembre, apenas unos minutos después de conocerse el desenlace del “corcholatómetro” morenista, el caricaturista José García Hernández, mejor conocido como “Hernández”, publicaba en su cuenta de twitter un cartón de su autoría, acompañado de la siguiente frase: “Hace exactamente tres meses hice mi cartón para mañana:”.
Su caricatura muestra a un Marcelo Ebrard con gesto adusto quien, parado frente a un espejo, observa cómo la superficie reflejante le devuelve la imagen de Ricardo Mejía Berdeja, aspirante a la candidatura de Morena al Gobierno de Coahuila en el proceso electoral de este año.
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Personalmente no tengo razones para dudar de la veracidad de las palabras del monero y, en consecuencia, debo creerle cuando asegura haber tenido claro, desde tres meses antes, el destino de la aventura del excanciller dentro del ejercicio de selección de Morena.
En todo caso, Hernández largó una caricatura cuyo tino se acrecienta conforme se van acumulando los hechos. Porque, salvo una diferencia relevante, Ebrard parece ir replicando los pasos de quien cómo él -pero a nivel estatal- intentó convertirse en el favorito del nuevo “dedo divino”.
Hagamos un breve repaso por la colección de paralelismos a la vista de todos:
El primero es el relativo a la creciente agresividad en el trato hacia quien terminó imponiéndose en el ejercicio. Tanto Mejía en Coahuila, como Ebrard a nivel nacional, fueron paulatinamente enconándose con quien lideraba las encuestas. La única diferencia en esto fue el lugar de ambos en sus respectivas contiendas: Ebrard sí le disputó el triunfo a Sheinbaum.
En segundo lugar debe señalarse la ausencia de ambos en el acto donde se dieron a conocer los resultados de manera oficial, aunque vale anotar un par de matices. Primero: Marcelo ni siquiera estuvo en la sesión privada en la cual les adelantaron los números a los contendientes, en tanto Ricardo Mejía si acudió a dicho evento y, segundo: en el acto relativo a la candidatura de Coahuila no solamente estuvo ausente Mejía sino también Reyes Flores.
Una tercera semejanza es el desconocimiento de los resultados a partir de básicamente los mismos argumentos: la encuesta se hizo mal, hubo dados cargados y la dirigencia nacional, encabezada por Mario Delgado, actuó con parcialidad. Los dos demandaron la reposición del proceso.
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En este caso, sin embargo, hubo diferencia en el timing: Ebrard se le adelantó a la dirigencia morenista y salió a desconocer los resultados antes de su anuncio formal, en tanto Mejía dejó correr algunas horas para salir a manifestarse.
Luego, los dos decidieron “jugar con el tiempo” aduciendo, entre otras cosas, la necesidad de reunirse con sus seguidores para definir en colectivo el destino de “su movimiento” una expresión en la cual coinciden nuevamente. Mejía dijo encabezar un “movimiento coahuilense”; Ebrard afirma encontrarse en la ruta de integrar el “movimiento progresista”.
Finalmente, aún cuando ambos atacaron con ferocidad al dirigente nacional de Morena y desdeñaron los llamados a la unidad lanzados desde la esquina triunfadora del proceso interno, se han cuidado de no romper con el presidente López Obrador para quien sólo tiene palabras de reconocimiento.
Y es justamente en la actitud del líder real del morenismo donde se encuentra la única diferencia notable -y, acaso, trascendente- en la historia de estos dos candidatos a quienes no pocos señalan de haber actuado con ingenuidad: López Obrador ha sido amable con Ebrard, en tanto desconoció feamente a Mejía, incluso en dos ocasiones, pues en ese caso sí tuvo el interés de dejar claro el deslinde con quien fue su colaborador cercano.
Aún no concluye el culebrón, pero seguramente no habrá mayores paralelismos... sobre todo porque, como se ven las cosas, Ebrard no tendrá lugar en la boleta presidencial de 2024.
¡Feliz fin de semana!
carredondo@vanguardia.com.mx