VARIACIONES OPUS 33 SOBRE EL TEMA DE DON JUAN
En el paseo del soto Don Juan se cruzó con una gentil dama entrada en años que caminaba apoyada en el brazo de una niña. Le pareció conocida, de modo que volvió sobre sus pasos.
-Perdonad, señora. ¿Sois vos doña Lucía de Alconedo?
-Lo fui una vez –sonrió ella, triste–. Ahora soy esta anciana que debe hacer de su pequeña nieta un báculo para no caer.
-Yo soy Don Juan –le dijo el caballero–. ¿Os acordáis de mí?
Contestó la anciana:
-A un hombre como vos no se le olvida.
Habló Don Juan:
-Y a una mujer como vos siempre se le recuerda.
Ella:
-Hemos envejecido.
Él:
-Yo sí. Vos no.
Se despidieron y siguieron caminando, ella apoyada en su nieta, él en sus recuerdos.
¡Hasta mañana!...