Mirador 27/12/2024
Mejores mexicanos seríamos si amáramos más a México. Seríamos mejores mexicanos si sintiéramos más orgullo de nuestro país
El año de 1767, los padres jesuitas fueron expulsados de la Nueva España. Muchos de ellos pasaron en Roma su destierro. Ahí se dedicaron a la tarea de escribir libros, unos de terrenal sabiduría, los otros de teología o devoción. Todos esos libros, sin excepción alguna, están dedicados a la Nueva España, o a alguien que en América quedó. Lejos de su patria, los sacerdotes desterrados la añoraban, y le hacían llegar su amor desde la ausencia.
El pintor José María Velasco −el paisaje de México se hizo más bello después de que él lo pintó− firmaba sus cuadros con su nombre y ponía luego: “Mexicano”. Escribió Justino Fernández: “Quería que sus buenos éxitos se le apuntasen más bien a su país que a él mismo”.
Mejores mexicanos seríamos si amáramos más a México. Seríamos mejores mexicanos si sintiéramos más orgullo de nuestro país. Pese a todo lo que sucede, muchos motivos nos da México para el orgullo, y más motivos aún nos da para el amor.
¡Hasta mañana!...