Nos conviene el triunfo de Kamala Harris

Opinión
/ 11 octubre 2024

Cuando Donald Trump ganó la Presidencia de los Estados Unidos en 2016 se desató un gran temor en México debido a sus posturas duras frente a la migración, su ímpetu para construir un nuevo muro en la frontera con México y los constantes ataques discursivos frente a nuestro país, donde incluso dejó entrever la posibilidad de una intervención armada para acabar con el crimen organizado.

Pero en su mandato muchas de las amenazas se quedaron en eso, fue uno de los Presidentes con menos deportaciones de migrantes, no hubo muro, ni intervención y en cambio su política de frenar las inversiones en China trajeron grandes beneficios económicos para México, dando pie al fenómeno que conocemos como nearshoring o relocalización, en donde por ley los productos de Estados Unidos deben tener un porcentaje de componentes producidos en Estados Unidos, Canadá y México, siendo México el espacio con salarios más bajos.

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Esto ha provocado que muchas empresas no solo de Estados Unidos, sino de China, Corea, Japón y Europa se instalen en México, en especial en la frontera norte, en donde Coahuila ha sido de las entidades más beneficiadas, por ello, gracias a Trump hoy nuestra entidad vive un periodo de bonanza económica.

A pesar de todo ello, el modelo aplicado por Trump contra China ahora quiere probarlo con México, es decir, para ganar el voto de estados industriales como Pensilvania, Michigan, Wisconsin o Ohio, que han perdido empresas en los últimos años, Donald ha amenazado que si llega a la Presidencia impulsará aranceles altos para los vehículos producidos en México de hasta el 200%, para hacer inviable su construcción en nuestro país y que las armadoras lleven su producción de vuelta a Estados Unidos.

De concretarse, sería un golpe fatal para la industria automotriz en México, además si funciona con autos, pronto Trump llevará los aranceles a todas las industrias y nuestro país se vería afectado en toda su cadena económica provocando una recesión.

Por ello, nos conviene la llegada de Kamala Harris, que en todo momento ha mantenido una postura moderada hacia México, haciendo sí referencias de que va a combatir el crimen organizado, pero sin amenazar la estabilidad económica de nuestro país, por lo que podría ser una mandataria más favorable a nuestros intereses.

Que además por ser hija de migrantes pueda tener una política más abierta para los 30 millones de mexicanos que residen en los Estados Unidos y el hecho de ser mujer puede ayudar a tener relaciones más llevaderas con Claudia Sheinbaum.

Sin duda se podrá argüir que, igual que en 2016 Trump en realidad puede estar blufeando, que no cumplirá sus amenazas, pero el riesgo es demasiado alto para correrlo, porque si se frena la inversión y por el contrario las empresas se comienzan a ir, el golpe económico que tendría el país, podríamos tardarnos décadas en recuperarnos, por lo que esperemos que los electores en los Estados Unidos, en especial los de origen mexicano, opten por Kamala Harris.

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@victorsanval

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