Palimpsesto

Opinión
/ 22 junio 2025

“...que todos podamos amar el pasado

es un hecho profundamente revolucionario...”

Irene Vallejo

Al manuscrito que conserva huellas de una escritura anterior se le denomina palimpsesto que, en griego antiguo significa: grabado nuevamente. Este es un pergamino del cual fueron borradas escrituras previas para dar lugar a una nueva. En tiempos antiguos, se dice que desde el siglo VII, se llevaba a cabo esta práctica, ya que el papiro egipcio resultaba costoso y escaso, entonces, los escribanos de ese tiempo borraban lo escrito para dar paso a un nuevo mensaje. Sin embargo, los remanentes de la escritura anterior permanecían en el pergamino como una especie de código fantasma que resiste el paso del tiempo, incluso, a la voluntad de borrarlo.

La metáfora del palimpsesto, puede utilizarse de varias formas, Irene Vallejo la utiliza para referirse a la historia, afirmando a partir de ésta, que no es lineal, sino que es una serie de capas super puestas donde confluyen pasado y presente conformando la trama y la urdimbre que da paso a una historia diferente, que puede reinterpretarse y codificarse dando cabida a nuevas formas de mirar y de entender.

El pasado viernes, se inauguró una exposición denominada Palimpsestos urbanos, porque sí, la ciudad y sus edificios son susceptibles de leerse como un pergamino, porque es posible mirar estas capas entretejidas y superpuestas donde edificaciones antiguas, calles o monumentos pueden integrarse con nuevas intervenciones, ya sea por el paso del tiempo, soluciones pragmáticas como los nuevos materiales “térmicos”, soluciones estéticas o en tendencia, la motivación de algún colectivo o individuo de expresarse, la autoridad de imponerse o simplemente la “modernidad”, dando paso a una historia en imágenes que puede contarse, leerse e interpretarse de manera diferente.

Palimpsestos urbanos es un cuerpo de obra brillantemente ejecutado por Daniel Canales, un artista emergente quien, tras meses de investigación, observación, ejercicio del pensamiento crítico, proceso artístico y ejecución, ha desarrollado estas diez piezas que se encuentran hoy en el Banco Purcell de nuestra ciudad.

El palimpsesto como memoria que permanece, como remanente del pasado donde encontramos códigos que hacen referencia no solamente a otros artistas que influyen en Canales, sino también como símbolos que entendemos y codificamos gracias a la memoria y no al olvido, a su significado. Materiales, objetos, pintas, muros que, por medio de sus materiales descascarados, nos recuerdan nuestras tradiciones vernáculas, pero además, nos recuerdan que la mirada del artista va más allá de una necesidad de catarsis autoinfligida, sino que procede y surge de una preocupación genuina, de una larga investigación, observación, análisis y síntesis de la teoría entramada con la acción y la vivencia para dar como resultado un proceso creativo y una obra artística que argumenta visualmente la historia o el pasado de nuestra ciudad, con elementos que hoy incomodan a algunos, pero son contundentes en su discurso, una fuerza viva que nos grita en el presente y nos recuerda nuestro pasado. No porque el pasado sea mejor, sino porque reconociendo lo que fuimos podemos mejorar lo que somos, porque al reconocer y revisitar las bondades de lo que antes fue, no nos será necesario reparar lo que nunca se descompuso.

La mirada de Canales nos invita pues, a encontrar en su obra los códigos en tiempo presente más allá de una simple fachada que, en propias palabras del artista: “no respeta ni integra lo anterior, sino es pues, una estrategia...”, porque al mirar las piezas, éstas detonan lo que hay en el interior: el abandono, el olvido, la inconformidad o la indiferencia como metáfora, no solamente de los objetos construidos, sino de las problemáticas actuales, nos cuestiona y nos invita a pensar por medio del significado que se encuentra en sus Palimpsestos Urbanos.

Arquitecta por la Universidad de Monterrey. Cursó la maestría en Arquitectura con especialidad en diseño y tecnología ambiental en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Coahuila, donde fue becaria del CONACYT y enfoca su investigación para la obtención del grado a los usos, aplicaciones y adaptaciones de la arquitectura vernácula a las nuevas demandas de la época actual. Es profesora investigadora con perfil PRODEP y coordinadora de posgrado en la Escuela de Artes Plásticas Prof. Rubén Herrera de la UA de C. Forma parte de la Academia de investigación, es miembro del comité de reforma curricular de ambas carreras, miembro del comité de la Maestría en Arte y Diseño, así como del Núcleo académico Básico del mismo programa, miembro del cuerpo académico “Expresión visual” de la licenciatura en Diseño Gráfico. Coordina la plataforma In Signia, sitio dedicado al estudio, promoción y preservación del patrimonio y los símbolos que conforman la identidad en su ciudad natal. Becaria del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) Coahuila en el año 2012 en el área de patrimonio y como creadora con trayectoria en 2021, coordinadora del libro Umbrales. El centro de Saltillo. Visiones desde la transdisciplina, donde además colabora con un capítulo, ganadora del premio de periodismo cultural Armando Fuentes Aguirre “Catón” emisión número 23 en categoría Prensa.

Formó parte del equipo de diseño del prototipo de vivienda sustentable propuesto por el CINVESTAV. Autora del capítulo “Apropiarse el territorio” en “Dimensiones del Espacio” libro editado por la UAdeC. Colaboradora en diversas revistas de divulgación a nivel nacional y regional como la Gazeta del Archivo Municipal de Saltillo. Es analista, gestora y asesora en temas de reglamentación urbana. Estudiante de Doctorado en Arquitectura y Urbanismo en la Facultad de Arquitectura de la misma universidad en donde desarrolla proyectos de investigación relacionados con el patrimonio, los imaginarios y emblemas simbólicos.

COMENTARIOS