Su graciosa majestad: El jefe

Politicón
/ 9 diciembre 2019

-¿Qué, a dónde vas?

-Es mi hora de salida y ya terminé.

-No, acompáñame a la casa, tengo reunión y quiero que ayudes a las muchachas a atender a mis amigas y a cuidar a mis hijos.

-Pero… ni siquiera he comido.

-Ay, por favor, allá picoteas lo que encuentres o te comes un sanwichito de los que vas a hacer.

Esa fue la última instrucción que recibí de quien fue mi primera jefa después de egresar de la universidad. Solo duré tres meses en ese trabajo. Claro: joven, sin experiencia, con hambre de aprender más, grandes deseos de innovar y sobre todo de empezar a capitalizarme; caí en las garras de SGM: La Jefa Prepotente. Me sentí timada.

Me contrataron para un buen puesto en una organización de renombre internacional y terminé siendo empleada doméstica. Aclaremos: ser empleada doméstica no es vergonzoso ni denigrante; sin embargo, no formaba parte de mis funciones. Me pagaban bien y hubiera seguido organizándole el socialité a mi jefecita linda, pero su prepotencia y desconfianza en mi profesionalismo mandó todo a la basura.

¿Qué pasa con este tipo de jefes de mil novecientos Carranza? Creen que el cargo les da derecho a adueñarse de la vida de sus empleados, de su tiempo y sus decisiones; incluso están convencidos de que solo ellos hacen bien las cosas y que pueden equivocarse mil veces, pues sus “súbditos” pagarán los platos rotos. Son como un dolor de muela y se vuelven piedra de tropiezo que tarde o temprano afecta la productividad en la empresa.

Si alguno de tus colaboradores CEO muestra actitudes autocráticas hacia los empleados, puede que la organización esté en riesgo. Es preferible exhortar al colaborador a que se convierta en un líder y deje de ser un jefe. Recordemos que existen diversos estilos de liderazgo y que son habilidades que cualquier individuo puede desarrollar.

Tomemos en cuenta que el líder resiliente –solo por mencionar un tipo de liderazgo– ayuda a los demás a adaptarse o recuperarse de la adversidad, inspira a las personas a alcanzar metas que no podrían haber logrado por sí solas y contempla la adversidad desde dos caras: pues no solo se ocupa de los aspectos negativos de esta, sino que destaca retos y oportunidades para aquellos que sean capaces de afrontarlos.

¿Qué estilo de liderazgo existe en tu empresa?

Dominio Comunicación: Comunicación efectiva para tu vida personal y profesional. (55) 2212 7220.

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