¡Viva México! ¡Pero en serio!
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El consumo de alcohol y otras drogas se ve reflejado en el ámbito laboral
¿Cómo te fue de grito? ¿Padrísimo? No ya, en serio ¿te desgañitaste el 15 en la noche con varios ¡Viva México! y te fuiste a dormir a tu casa con el orgullo patriótico a flor de piel? ¿O te atrapó la emoción del puente, te seguiste de largo, se te pasaron las copas, te agarró la madrugada y ahorita andas clamando por los rincones: ¡No lo vuelvo a hacer, lo prometo!?
Si te sucedió lo último, por suerte hoy puedes recuperar energía, líquidos y minerales que perdiste. Pero, qué tal cuando se atraviesa un festejo o simple convivencia y terminamos bebiendo alcohol en días e incluso horas laborales. Como mexicanos –no todos, por supuesto– lo hacemos con cierta frecuencia, es parte de nuestra cultura social; sin embargo, cuánto perdemos en rendimiento.
Una borrachera y una desvelada tienen efectos similares que se resumen en un profundo malestar: agotamiento físico y mental, dolor de cabeza, mareo, nausea, lentitud del funcionamiento del cerebro, cambios de carácter... ¡Imagínate cuando combinamos ambas! Por eso, el consumo de alcohol y otras drogas se ve reflejado en el ámbito laboral de las siguientes formas:
Aumento del ausentismo
Menor productividad
Disminución de la calidad
Influencia negativa en la motivación de los compañeros
Costo por accidentes
Movilización o distracción de terceros para ayudar a la persona en dificultad
Aunque no nos consideremos alcohólicos, ¿cuántas veces nos ha pasado que no queremos volver a la oficina un día después de que se nos pasó la mano con la bebida? Si eres vulnerable al alcohol y has tenido tropiezos que te han avergonzado, piensa antes de socializar con una copa en un ambiente laboral. Elige otros momentos, personas y cantidades para beber y no cometas errores que pongan en riesgo tu imagen y productividad en el trabajo.
Sobre todo, aprendamos a separar tradiciones, costumbres y prácticas sociales del ámbito laboral; que nuestro esparcimiento no interfiera con la productividad y viceversa: si es tiempo de descansar y relajarnos, hagámoslo para tener entusiasmo al día siguiente; pero –de igual forma– si hay que regresar a trabajar o hacerlo al día siguiente, mejor pensemos dos veces antes de agarrar la bebida por nuestra cuenta.
Ojalá pronto dejemos de ser un país en el que se pondera la fiesta por encima de la responsabilidad; que cada vez más hagamos conciencia de que podemos ser la sociedad alegre y festiva que somos, amante de sus bellas tradiciones, sin perder de vista el rumbo que muchos todavía anhelamos: dejar de ser una economía emergente y colarnos –con entrega, trabajo, organización…– en la lista de naciones de primer nivel; tenemos todo para lograrlo. Viva México en serio.
Dominio Comunicación: Comunicación efectiva para tu vida personal y profesional. (55) 2212 7220.