¿Por qué a veces se me nubla mi cerebro?
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Creo que a todos nos ha pasado alguna vez en la vida, o todos los días, la falta de agudeza mental, mala memoria, poca concentración y dificultad de pensar claramente para solucionar problemas. Todos estos son signos que estamos sufriendo de “neblina cerebral”, como si estuviéramos bajo el agua o caminando dormidos durante días. Esto puede provocar que las tareas simples parezcan demasiado complicadas y tengamos bajo rendimiento en la escuela y trabajo, además de entorpecer las relaciones sociales. Esta “neblina cerebral” no se considera una condición médica o psiquiátrica, más bien es una consecuencia de una mala condición de salud mental. Pero ¿qué causa la neblina o cómo se puede corregir? Algunas causas comunes son:
1. Estrés extremo. Cuando el estrés crónico se vuelve abrumador puede interferir con su mente, robar su enfoque y dejarle con pensamientos arremolinados. Con el estrés implacable, la hormona del estrés, el cortisol, se atasca en alta y conduce a cambios perjudiciales que agotan el cerebro. Esto te deja con fatiga mental. Una de las formas para regularlo es practicar ejercicios de relajación para ayudar a despejar la cabeza.
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2. Depresión no tratada. Tener depresión clínica se asocia comúnmente con problemas de memoria, dificultad para concentrarse y confusión mental. La investigación en los Anales de la Psiquiatría General muestra que alguna forma de disfunción cognitiva está presente hasta el 94 por ciento del tiempo durante el curso de episodios depresivos.
3. Falta de sueño. A medida que duermes, tu cerebro está ocupado realizando procesos importantes que ayudan a consolidar el aprendizaje y la memoria. Cuando no consigues el sueño que necesitas, tu cerebro no puede completar este trabajo y reduce tu caballo de fuerza mental. Perder una sola noche de sueño puede dejarte mareado. Cuando la privación del sueño se vuelve crónica se asocia con pérdida de memoria, dificultad para concentrarse y falta de concentración. Debemos dormir entre 7 y 9 horas cada noche y desarrollando rutinas para promover un sueño profundo, como leer antes de dormir y dejar la pantalla dos horas antes de acostarnos. Haga del sueño una prioridad y apunte a 7-8 horas cada noche. Desarrolle una rutina nocturna para promover el sueño reparador.
4. Adultos no tratados con trastornos de atención e hiperactividad. Tener problemas para hacer un seguimiento de las cosas, luchar para mantenerse organizado y tener dificultad para mantenerse enfocado son signos comunes de niebla cerebral. También son síntomas clásicos del trastorno de déficit de atención/hiperactividad (TDAH) en adultos, también llamado trastorno de déficit de atención (TDA). Busque ayuda profesional para averiguar si sus problemas cognitivos se deben al TDA/TDAH adulto o para descartar esta condición.
5. Una lesión en la cabeza. ¿Sabías que un golpe en la cabeza, una caída de una escalera o una conmoción cerebral deportiva pueden causar pensamientos borrosos meses, años o incluso décadas después? Es posible que ni siquiera recuerde una lesión en la cabeza, pero si está luchando con niebla cerebral persistente, es una buena idea investigar si el trauma cerebral subyacente puede estar causándola. Es muy importante evitar deportes de contacto, especialmente con la cabeza, y siempre usar casco protector al andar en bicicleta o patineta.
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6. COVID-19. La niebla cerebral persistente, incluyendo problemas con el enfoque y la atención, es uno de los síntomas más comunes de COVID de larga duración, también llamado COVID-Cerebro. La borrosidad cognitiva puede persistir durante meses o incluso años después de la infección con COVID-19. Algunas personas que tuvieron casos leves de infección desarrollan niebla cerebral por COVID severa que les impide regresar a su vida previa a la enfermedad. Los efectos cognitivos son tan debilitantes para estos camioneros COVID que no pueden volver al trabajo y apenas pueden funcionar. La adopción de hábitos cerebrales saludables puede ser una parte importante del proceso de curación para cualquier persona que lucha contra los efectos negativos cerebrales de la pandemia.
De todas las causas anteriores quisiera resaltar el estrés y la falta de sueño como los factores que más influyen en nuestros hijos que tengan “neblina cerebral”. Cuántos de nosotros reclamamos: “Hijito, ¿cómo es posible que no hayas pensado en las consecuencias?”. A los adultos nos sorprenden sus malas decisiones a pesar de su inteligencia, pero hay que tomar en cuenta qué situación está sufriendo en ese momento.