Ronda de colores: Un espacio para la co-creación de una sociedad más incluyente y democrática

Como la ronda de los colores de Gabriela Mistral, así está pensado este espacio que hoy inicia, aunque no fue sencillo bautizarlo; ya que, a veces, lo más simple puede ser lo más complejo y viceversa... Fue durante el fin de semana que realizaba “tareas propias del hogar” que me encontré este artefacto que es, palabras más, palabras menos, un tubo que encierra dos o tres espejos inclinados, láminas de vidrio en los extremos y, en el interior, objetos de forma irregular que se reflejan simétricamente en los espejos y cuyas formas van cambiando según se vaya dando vuelta al tubo, caleidoscopio se llama.

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Lo compré en Guanajuato cuando asistí al Octavo Encuentro Nacional de Educación Cívica denominado “Hacia una Democracia de Ciudadanía”, cuyo objeto era trabajar y contribuir en la construcción de una ciudadanía democrática, incluyente y participativa; llamó mi atención por la multiplicidad de formas y colores que se aprecian cuando cambias la posición, y pensé que era un buen regalo para mi hija.

Cuando lo desempolvé y me puse a utilizarlo no pude evitar pensar en la diversidad que encierra y las maravillosas formas que se pueden crear y disfrutar sólo cambiando un poco la perspectiva desde la cual miramos; de la misma forma, en las sociedades diversas y plurales en las que vivimos, hoy en día, es posible construir en conjunto, si estamos dispuestos a abrir nuestra mirada, a considerar que la realidad se puede ver desde diferentes espacios y concepciones para poder comprender la visión de otras personas y, a partir de conocernos y reconocernos, encontrar puntos en común que nos permitan unir esfuerzos para mejorar la forma en que convivimos.

Es así como decidí nombrarlo, pensando en que el conjunto de valores, ideas y conceptos que tenemos en nuestra mente es el filtro a través del cual cernimos nuestra percepción de la realidad, pero que podemos ampliar si observamos la variedad de filtros que existen, y esto viene a cuento porque desde que adquirí el caleidoscopio, precisamente en el encuentro que me llevó a ese lugar, amplié mis ideas sobre la participación, la inclusión y la democracia.

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Por eso deseo que las reflexiones, opiniones, ideas o experiencias que pueda compartirles nos impulsen a tomar actitudes activas para la tarea colectiva que tenemos: influir en nuestro entorno para construir espacios comunes, en donde podamos co-crear la sociedad y el mundo en el que queremos vivir, más allá de la contraposición en las formas de pensar, de las narrativas que nos contamos o del sentir particular de cada quien sobre algún tema, porque como concluye la escritora su ronda: ¡El cuento del mundo muere al morir el contador!