Rusia-EU, terrorismo y crimen organizado

Opinión
/ 11 mayo 2024

El Sahel es un verdadero microcosmos que retrata múltiples situaciones que ocurren en el planeta. Imagine una región que al mismo tiempo se conecta con la guerra en Ucrania, con la conflictiva entre Occidente y Rusia, con la historia del grupo privado de contratistas militares Wagner, con su insurrección contra Putin, y con su “rebrandeo”, así como con las dinámicas transnacionales del crimen organizado y el jihadismo (incluso la guerra que existe entre Al Qaeda e ISIS), y con dinámicas locales como una ola de golpes de estado en toda la región.

1. Para contextualizar: el Sahel africano es una de las regiones más afectadas por terrorismo desde hace años. Según el Índice Global de Terrorismo (GTI) 2023, en los 16 años previos, las muertes por terrorismo en la región crecieron más del 2,000 por ciento, un incremento que está muy “lejos de abatirse”. Esto se relaciona con motores esencialmente sistémicos que incluyen “una débil gobernanza, polarización étnica, inseguridad ecológica, abusos por las fuerzas de seguridad de los estados, conflictos pastorales, el crecimiento de la ideología del islam salafista, inestabilidad política, crimen organizado transnacional, inseguridad alimentaria y la competencia geopolítica global” (IEP, 2023). Para el 2023 Burkina Faso y Malí se encontraban ya entre los cinco países más golpeados por terrorismo en el mundo.

2. Esto no ha mejorado. El Índice Global de Terrorismo 2024 dedica una sección completa al terrorismo en el Sahel. De acuerdo con el reporte, existe una conexión evidente entre el efecto del terrorismo y el grado de crimen organizado en esos sitios. La convergencia entre estos dos fenómenos se puede apreciar con claridad en la zona, especialmente con la filial local de Al Qaeda, JNIM.

3. Adicionalmente y en conexión con lo anterior, esa región de África también ha experimentado una ola de golpes militares, uno tras otro, y una de las banderas políticas que los generales golpistas han esgrimido, ha sido la de prometer un más eficiente combate en contra del extremismo jihadista.

4. La competencia y rivalidad entre potencias globales también se ha dejado sentir en la zona. En este caso, se trata de una región con una alta influencia histórica de Francia. Ese país había enviado misiones militares para apoyar en el combate al jihadismo, pero su eficacia fue limitada y Macron ha decidido terminar con esas misiones. Esto a su vez se conecta con otros dos elementos. Uno, que los generales golpistas empleaban continuamente consignas antifrancesas (o anti-ONU) en el discurso que justifica sus acciones, y dos, que Rusia ha estado aprovechando los vacíos provocados para incrementar su influencia en la región.

5. Conforme Francia se ha ido replegando de la zona, el tema ha representado un enorme reto para EU, un país que también tiene presencia en esa región pero que ha sido ineficaz en su competencia con Rusia y que subestimó al brazo ruso para aumentar su influencia ahí: el Grupo Wagner.

6. Ese es el punto en el cual viene la insurrección de Wagner contra Moscú, los vaivenes de su líder Prigozhin, y su trágica muerte. Su deceso puso fin a esa rebelión y logró que la organización entrara bajo el control del Kremlin. Pero ello no implicó que Putin hubiese decidido abandonar su altamente eficaz estrategia en cuanto a África. Lo único que hizo es “rebrandear” a la organización como Africa Corps.

7. No sorprende entonces que, hace poco supimos que EU sigue intentando, como un último esfuerzo, firmar un nuevo trato con la junta militar de Níger para mantener cierta presencia en la zona y continuar su “guerra contra el terror”.

@maurimm

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