Les platico:
A pesar de los dos magistrados que habían sido pintados de naranja por el gobernador de NL, el Tribunal Electoral del Estado resolvió ayer a favor de Adrián de la Garza, quien le ganó en las urnas la elección a Mariana Rodríguez, por la alcaldía de Monterrey.
Más de 40,000 votos de la ciudadanía no le fueron suficientes a la esposa de Samuel para impugnar el resultado de las elecciones del pasado 2 de junio.
La misma Mariana reconoció su derrota a los pocos días, en un video que la hizo más famosa -para mal- mientras se enchina las pestañas.
Fue un alarde de cinismo -no de civismo- como para hacerle ver a la gente que le valió madres haber competido y perdido.
Pero su marido entró en acción y comenzó un larguísimo proceso de impugnaciones que todos creyeron terminaría ayer, con el resolutivo del Tribunal Electoral del Estado.
Pero no. La batalla perdida sigue y tendrá su final final hasta el 30 de septiembre, cuando la Sala Regional en Monterrey, del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación emita sentencia concluyente de lo que para todos en NL es una realidad:
El próximo alcalde de la capital regia es Adrián de la Garza.
Hasta el alcalde saliente y senador electo, Luis Donaldo Colosio Riojas -x compadre de Samuel- ya pasó la batuta.
Y mientras esto sucede, Samuel tiene sumido a Nuevo León en un caos:
No paga a proveedores del Estado y acumula un adeudo superior a los $2,000 millones.
Entre los afectados se cuentan los concesionarios del transporte urbano, que han iniciado la operación tortuga en perjuicio de miles y miles de usuarios.
El tráfico vehicular está desquiciado debido a que se suspendieron las obras de reconstrucción tras el paso de la tormenta “Alberto”.
Los municipios a los que no ha querido entregarles los fondos federales etiquetados, están que trinan pues por sus pistolas, Samuel les retiene casi $3,000 millones desde el 1 de enero del año pasado. Hasta sus propios pupilos se le están volteando, como el alcalde en funciones de Santa Catarina -Jesús Nava- expanista y hoy naranja, quien se quiere comer vivo a Samuel porque lo dejó tirado con el desabasto de agua.