Seguridad Pública Urbana: Buenas noticias para Coahuila
Los municipios y sus habitantes, que son los que pagan impuestos, merecen el reconocimiento de este clima de seguridad
La semana pasada el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó su encuesta trimestral sobre seguridad pública urbana, mejor conocida como ENSU. Por un lado, no hay mucho nuevo que reportar: las malas noticias en materia de seguridad persisten en el ámbito nacional. No obstante, hay buenas noticias para Coahuila, en especial para Piedras Negras, que se alza como la segunda ciudad más segura de México y, por mucho, la frontera más segura con Estados Unidos de América.
En el frente nacional, la calma típica de inicios de un nuevo sexenio empieza a ceder a la realidad. Cada que inicia un nuevo Gobierno Federal existe un aire de optimismo y esperanza, una luna de miel que se eclipsa cuando los problemas cotidianos empiezan a apoderarse de la narrativa pública. No hay millones que valgan. Llevamos treinta años gastando miles de millones de pesos en un sistema de seguridad pública que sólo acumula derrotas y algunas victorias esporádicas o aisladas.
TE PUEDE INTERESAR: ¿Quién defenderá a Mejía Berdeja?
Hoy el 63.2 por ciento de los mexicanos mayores de 18 años considera inseguro vivir en su ciudad. Un incremento por arriba del 4 por ciento si lo comparamos con el día en que la presidenta Sheinbaum tomó protesta. En el caso de las mujeres, la cifra sube a 68.5 por ciento, mientras que en los hombres baja a 56.7 por ciento. Los cajeros automáticos y el transporte público son los lugares de mayor sensación de inseguridad para los mexicanos.
Los habitantes se sienten más inseguros en Culiacán, con un impresionante 90.8 por ciento, es decir, sólo el 9.2 por ciento de sus habitantes se sienten seguros. Interesante sería saber qué hay detrás de ese pequeño grupo. A Culiacán y a Sinaloa le han fallado todos los partidos, ahí ganó la corrupción, el eje articulador del sistema político mexicano que hoy está más vivo que nunca, aunque con nuevos administradores.
A Culiacán le sigue Ecatepec de Morelos con 90.7 por ciento, esa mole urbana que conurba con la Ciudad de México, creció sin control alguno, al amparo del poder y de la más rancia corrupción. De ahí salió Eruviel Ávila, quien desde la Alcaldía de Ecatepec saltó al Gobierno del Estado de México, en la cúspide de poder de Enrique Peña Nieto. De Senador del PRI pasó a las filas del Verde, donde hoy es diputado federal, defensor de la 4T y de la presidenta Sheinbaum. A estas dos ciudades les siguen Uruapan con 89.5 por ciento, Tapachula con 88.1 por ciento y Ciudad Obregón con 88 por ciento. Respectivamente, el reinado del aguacate, el cruce de migrantes y la nueva sucursal del crimen sinaloense llamada Sonora.
Pero no todo son malas noticias. Las buenas noticias también son noticias y hay que resaltarlas. Porque demuestran que no todo está perdido y porque señalan un rumbo que pudieras ser replicable. Por encima de todo, demuestra que las excepciones en la materia están en ciudades y ahí radica la importancia de las policías municipales.
San Pedro Garza García, el municipio más rico de América Latina, repite como la ciudad con mayor percepción de seguridad por parte de sus habitantes. Pasó de 10.4 a 11 por ciento, pero sigue encabezando la lista de las ciudades seguras. Le sigue Piedras Negras que, para mérito de su actual gobierno, encabezado por Jacobo Rodríguez, pasó de 20.5 por ciento de percepción de inseguridad a 16.9 por ciento. Esto coloca a la frontera de Coahuila como el cruce de mayor confianza para todo aquel que busque llegar a Estados Unidos. Le siguen Benito Juárez con 22 por ciento, mejor conocido como la Colonia del Valle y anexas en la Ciudad de México; Saltillo con 23.5 por ciento y Puerto Vallarta con 27.3 por ciento.
TE PUEDE INTERESAR: Coahuila: Llegó la nueva ENSU y ojo al tema de los conflictos
Sabemos que la policía de Coahuila tiene una coordinación estatal, que data de las tragedias que nos dejaron Los Zetas y la posterior limpia extrajudicial, de malos y buenos, en el gobierno de Rubén Moreira. Hoy en día se trata de mandos municipales coordinados férreamente desde Saltillo, pero mandos municipales al fin. El que paga manda, y en ese sentido los municipios y sus habitantes, que son los que pagan impuestos, merecen el reconocimiento de este clima de seguridad.
La oportunidad está puesta para dejar atrás el pasado negro y criminal. En un ambiente seguro podemos avanzar hacia una nueva generación de reformas, en donde reine la transparencia, la rendición de cuentas, el respeto a los derechos humanos, todo esto en el marco de una carrera policial en donde los elementos estén bien preparados, bien formados y bien pagados. En donde la sociedad sea parte del cambio y lo haga de manera participativa.
Facebook: Chuy Ramírez