Sheinbaum vs. rey de España: La grandeza histórica del perdón
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La no invitación al rey de España a la toma de poder de Claudia Sheinbaum ha desatado una serie de posiciones agresivas de no pocos españoles y de algunos mexicanos. Creo que se equivocan. El rey Juan Carlos pidió perdón a los judíos por haberlos expulsado de España en 1492 e hizo bien. Nadie parece haberse enojado en Europa por ello. Pero lo que puedo decir es que todavía no han pedido perdón a los mozárabes que expulsaron ese mismo año si no se hacían cristianos. Hoy, con mucho retraso, en España se ha estado retomando el legado de Al Andalus o si se quiere, la ciencia que llevaron los árabes a Iberia. En El Escorial se encontraron centenares de libros en su lengua que apenas se están conociendo y cuyos traductores están asombrados por la enorme capacidad científica de aquellos. Casi no hay universidad importante que no tenga una cátedra de árabe y algunos investigadores especializados. En especial en Toledo y Valencia hay grupos de expertos traductores. Ese perdón no ha venido: claro, Marruecos no es Israel.
Pero Francisco, el dirigente visible de la catolicidad, pidió perdón por los pecados de los sacerdotes, de la Iglesia, en general, y a nadie le llamó mucho la atención. Pidió perdón a personas a quienes sacerdotes, religiosos y religiosas habían abusado sexualmente cuando niños. Francisco tuvo esa grandeza. También pidió perdón a la Iglesia Ortodoxa por las ofensas que le hiciera un papa hace casi mil años.
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Recientemente, gracias a un joven historiador flamenco (norte de Bélgica), se dio una fuerte polémica nacional sobre la colonización del Congo y el actual rey belga no sólo pidió perdón por la violencia sistemática y cruel de su bisabuelo, sino que construyó en Kinshasa un enorme museo de arte africano y regresó al Congo nada menos que 83 mil piezas. Él mismo fue a entregar e inaugurar ese maravilloso museo. En Bélgica la gente derribó las estatuas del perverso rey Leopoldo.
Alemania pidió perdón a Israel y nadie hizo escándalo. Y creo que López Obrador esperaba una señal en ese sentido. AMLO pidió perdón a los indígenas mexicanos por el maltrato que se les dio después de la Independencia, ¿cuál problema? En uno de mis libros cito cartas que ordenan genocidio de los indios locales por dos gobernadores y, aunque usted no lo crea, el virrey-arzobispo de Nueva España, Francisco Vizarrón, ordenó al gobernador de la Nueva Extremadura de Coahuila que a los indios que no se cristianizaran los exterminara (tengo copia).
Creo que ya se olvidó que Barack Obama dijo que pediría perdón a Japón porque los americanos llevaron a cabo un verdadero holocausto (quemar a todos, en griego) cuando lanzó las dos bombas atómicas sobre civiles. Obama no cumplió; los militares se lo impidieron. Quedó grabada la discusión promovida por Harry Truman sobre si lanzaban o no la bomba. Un general gritó: “vamos a acabar de una vez por todas con esos monos amarillos”, y lo hicieron.
Felizmente, en las Cortes españolas se levantaron tres diputados y dijeron que ellos sí acudirían a acompañar a la Presidenta de México. Al parecer todavía hay quienes recuerdan que México salvó la vida al menos a 65 mil españoles perseguidos en la Guerra Civil. ¡No es cualquier cosa!
¿De dónde salió el rey? Fue electo por un único voto, el del dictador asesino Francisco Franco. Es un señor decorativo, nada importante. Su perdón no sirve de nada. ¡Que se jodan!, como dicen ellos.