Kamala Harris se está beneficiando del comienzo de un cambio cultural y está empezando a tener los vientos culturales a su favor. A Donald Trump esos vientos le dan en la cara
Harris debe ver el debate de mañana como una audición. Un debate presidencial es, antes que nada, una entrevista de trabajo. Harris tiene la oportunidad de explicarle a millones de sus posibles empleadores cuáles son sus planes y sus prioridades