UADEC: Perversión en Jurisprudencia, asunto de urgente resolución

El cese fulminante de Alfonso Yáñez Arreola como director de la Facultad de Jurisprudencia de la UAdeC debería ser de urgente y obvia resolución. Y podrá sonar exagerado el uso de la jerga legislativa para señalar que ya es insostenible la presencia de Yáñez en la Universidad, pero la impunidad que presume este individuo ya rebasó el punto de no retorno en la otrora prestigiada facultad. Qué lástima que aquí no aplique lo de urgente y obvio porque hay instancias que, al estilo “Charreola”, son factibles de corromper.

Contra natura es que un tipejo con tantos adjetivos sea director de una escuela de leyes. Es inaceptable la permanencia de Yáñez y su séquito de cómplices y corifeos, refractarios de un prestigio y merecidos acreedores de los apodos que son el oprobio de esta Universidad.

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Es una paradoja que en dicha facultad la justicia, el derecho, la ley, la jurisprudencia son palabras totémicas, sacras, que a diario se repiten en la liturgia y la cátedra de todos los salones, que deberían ser el templo colegial de la justicia.

Pero como templo colegial, todo apunta a que el “macielismo” es la depravación que se ha enquistado en dicha escuela ante nuestra pasividad. En la Facultad de Jurisprudencia prevalece el acoso sexual a menores de edad y es muy notoria la corte de efebos de la que siempre se ha rodeado su director. ¿No es acaso efebofilia?

Podrá haber jóvenes universitarios donde prevalezca una tendencia por la gerontofilia, y está bien, muy sus gustos siendo mayores de edad. Pero si los alumnos que aún son menores son acosados, seducidos y abusados es ineludible la intervención del Estado y sus agencias en la persecución de los depredadores. Asimismo los padres de familia deben indignarse ante hechos tan sórdidos y repulsivos como los que se han venido presentando en la facultad de Jurisprudencia bajo la degradante dirección de Alfonso Yáñez “Charreola”.

Lo malo es que la mayoría de titulares de fiscalías, ministerios públicos, jueces, instancias de mujeres y menores son egresados de dicha facultad y descuidan el tutelaje de las mujeres y los menores escudando a su alma mater.

La evidencia está ahí para mirarla: de todos los casos de agresión, abuso, violación, acoso y perversión sexual, la Facultad de Jurisprudencia, con “Charreola” a la cabeza, acapara la mayoría de los casos.

Eso sin contar los casos comprobados de corrupción rampante que ya están documentados por la contraloría de la Universidad y donde la expedición de títulos de derecho, diplomados y maestrías se ha convertido, por parte de la mafia del tristemente célebre “Capulina”, en un negocio fraudulento de escribanos evangelistas al estilo Santo Domingo en la Facultad de Jurisprudencia.

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Asimismo la retorcida y siniestra relación de “Charreola” con “El Topo” respecto a complicidad, encubrimiento, defensa y negligencia debe ser motivo de una fulminante destitución. Este abusador de mujeres también se ostentó como líder estudiantil, ícono de juventudes y fue impulsado políticamente por el “Diablito” y por “Charreola”. Ahora quieren impulsar a otro joven maravilla de Jurisprudencia a la instancia juvenil municipal ¡Cuidado!

Y es tanta la perversión en los sótanos de Juris, que gozan el espectáculo de un joven imitando a Buffalo Bill en “El Silencio de los Inocentes”, bailando frente a un espejo “Goodbye Horses”. Una estampa que debe alejar a los jóvenes estudiantes muy lejos de tan perturbada cofradía.

Y todo tiene una raíz, ya le contaremos cuál.