¡Ya nos estafó Lizeth! Es delincuencia organizada y el ‘Diablito’ lo sabe

Parece mentira que pese al esfuerzo permanente del gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís por mantener fuera del estado de Coahuila al crimen organizado, aquí mismo, autoridades menores en el Ministerio Público, jueces del poder judicial y testaferros de la Secretaría de Gobierno le juegan chueco al gobernador, solapando y permitiendo delinquir a la mafia del cártel inmobiliario, misma que ha defraudado a cientos de ciudadanos que de buena fe creyeron en sus argucias entregándoles todos sus ahorros bajo la promesa de adquirir una casa siendo burlados por estos delincuentes que, aun con brazalete, siguen atracando.

Una de esas delincuentes es la mentada Lizeth “N”, la estafadora que ha despojado a un hijo del suscrito con medio millón de pesos prometiéndole una casa que nunca le entregó, con el mismo modus operandi que ya conocen los notarios, ministerios públicos y los jueces del muy corrupto poder judicial de esta entidad.

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Sin tener conocimiento del fraude perpetrado por Lizeth en contra de mi hijo, pero debido a los delitos que involucran a notarios de Coahuila, aquí publicamos el pasado 23 de julio lo siguiente: Porque es un hecho que un sector del notariado en Coahuila está socavando los principios esenciales del notario. Y aquí encaja a la perfección lo que alguna vez cuestionó el escritor Jorge M. Reverte con respecto a los notarios corruptos: “Uno de los pilares básicos de nuestro edificio civilizatorio está en entredicho”.

Como ya dijimos, el gobernador Riquelme ha hecho un gran trabajo y se le reconoce a nivel nacional el que mantenga a Coahuila con plena seguridad. Ha luchado denodadamente por mantener protegidos a todos los coahuilenses de los cárteles de la droga, el secuestro y los asesinatos. Pero funcionarios menores, muy menores, como lo es Fernando de la Fuentes Hernández, permiten que el cártel inmobiliario, una verdadera delincuencia organizada, siga despojando a los coahuilenses de su patrimonio. Y es que este cártel es mucho más productivo que los cárteles que cobran el derecho de piso, porque este cártel integrado por delincuentes como Lizeth “N” cobra su derecho de fraude en millones de pesos y está conformado por notarios, agentes del ministerio público y jueces corruptos, no hay otra explicación.

El notario que coadyuvó a la estafadora Lizeth “N” para defraudar a mi hijo se llama Saúl “N”, igual que ese abogado corrupto que se enredó con la mafia en la serie de televisión “Mejor llama a Saúl”, y es por eso que este columnista les recomienda a los coahuilenses que es “mejor alejarse del notario Saúl”, el prostituto de la fe pública cuya línea argumental es la estafa, la defraudación, el engaño, la falsificación y el despojo. ¡Es un bandido!

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Todo con la anuencia por omisión (¿o complicidad?) del inútil secretario de Gobierno Fernando de las Fuentes, un notario que mantiene impune al cártel del notariado corrupto y ladrón de Coahuila, el edificio de civilidad que ha colapsado por extrema corrupción. Y es que Fernandito ya no tiene conciencia, esa vocecilla interna que le recrimina sus pendejadas cuando le susurra que la ha cagado. Y es que el “Diablito” ya tiene cauterizada la conciencia e ignora a esa voz interna que, aunque le grite “¡Ya la cagaste!”, Nandito se hace pendejo y de plano le valen madre todos los defraudados.

¡No tienes madre, Diablito! Le partiste toda la madre al edificio civil que era el notariado de Coahuila.