"Tron Legacy", una nueva era de los efectos especiales
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"Hace 27 años, explica el actor, "Tron" fue una película realmente de vanguardia", señala Jeff Bridges
Los Angeles, EU.- En un episodio de "Los Simpson" Homer entra en el mundo de las tres dimensiones, y cuando trata de explicar a los demás dónde se encuentra y cómo es ese universo pregunta en voz alta: "¿Alguien vio la película 'Tron'?" Todos los que le escuchan, extrañados, dicen al unísono: "Noooo".
La broma de Homer no hace sino poner en evidencia una gran verdad. Aunque hoy pueda parecer lo contrario y haya miles, tal vez millones, de personas que juren y perjuren que la vieron en su día, cuando en 1982 "Tron" llegó a los cines norteamericanos muy poca gente acudió a las salas. En Estados Unidos se estrenó en el mes de julio. Tenía un presupuesto de unos 17 millones de dólares y el primer fin de semana apenas recaudó los 400,000. Cuando terminó el verano había hecho una caja de unos 27 millones de dólares. Unas cifras no precisamente para lanzar cohetes.
Sin embargo "Tron" ha quedado en los anales de la historia del cine como una de las primeras películas que utilizó las técnicas de animación y los gráficos generados por ordenador, algo que hoy en día es moneda de uso corriente. La dirigió Steven Lisberger, un neoyorquino especializado en el mundo de la animación cuya carrera desde entonces no ha sido particularmente destacada. Sin embargo, su argumento era de lo más fascinante y novedoso en aquellos tiempos. Contaba la historia de un programador de videojuegos, interpretado por Jeff Bridges, que se introducía en el interior de los programas de una computadora en donde vivía diversas aventuras.
Ahora, 28 años después de su estreno, el próximo 17 de diciembre, llega a los cines de todo el mundo la continuación de aquella visionaria e imaginativa historia. Se titula "Tron: Legacy" y la ha dirigido el debutante Joseph Kosinski, un realizador que llega del mundo de la publicidad, mientras que Steven Lisberger, el director de la primera entrega, se reservó en esta ocasión las labores de productor.
En esta secuela Jeff Bridges continúa, un cuarto de siglo después, atrapado en las redes del ordenador. Su hijo, un joven interpretado por Garrett Hedlund, se meterá en el mismo mundo de ciberprogramas y juegos de lucha donde se encuentra su padre con la intención de ayudarle. El reparto se completa con Olivia Wilde, una de las habituales de la serie de televisión "House", y Bruce Boxleitner, que ya salía en la primera entrega. Â
"No abordé el papel pensando que interpretaba a la misma persona", explica Bridges. "Aunque mi personaje, en el fondo, no ha cambiado tanto. Bueno, quizá parte de su entusiasmo por la tecnología se ha aplacado un poco. Después de todo, se encuentra atrapado dentro de un ordenador", dice entre bromas el ganador de un Oscar por "Crazy Heart".
Pero sobre todo la presencia de Jeff Bridges en las dos películas ayuda a comprender la evolución de los efectos especiales en estos cinco lustros que es tanto como decir la evolución del propio cine.
"Hace 27 años, explica el actor, "Tron" fue una película realmente de vanguardia. Claro que ahora, al mirar atrás, parece una vieja serie de televisión en blanco y negro. En la época en que la rodamos no existía Internet y nuestros teléfonos móviles eran unos armatostes que llevábamos en enormes maletines. Rodamos esa película en 70 milímetros, en blanco y negro, y luego fue enviada a Corea, donde un grupo de técnicos pintaron a mano todos los fotogramas para hacer que los trajes brillaran".
En "Tron: Legacy", en cambio, se incorporan los nuevos y últimos avances tecnológicos de la cinematografía en 3D. Así, esta nueva entrega es el primer film que integra una cabeza y un cuerpo totalmente digital para crear una versión más joven de un actor real, el propio Jeff Bridges. Es también la primera película que utiliza una cámara HMC, montada en un casco, que permite al actor ejecutar una acción en vivo, interactuando con otros dentro de una misma escena, y la primera que utiliza un vestuario con una iluminación propia.
Pero como otras veces ha ocurrido en el cine, de nada servirán todas estas novedades tecnológicas si no son el esqueleto de una buena historia. ¿La tiene "Tron: Legacy"? De momento la acogida en las distintas "premiers" ha sido fría y las críticas antes del estreno, duras. Ya se verá el resultado de la taquilla. Por si acaso, coincidiendo con la llegada del film a las pantallas se ha editado por adelantado el videojuego del film, que ha tenido un éxito considerable.
Y es que quizá en estos tiempos lo importante ya no sea tanto lo que el espectador puede ver en el cine, sino la emoción que puede encontrar sentado frente a una videoconsola interactuando con una vieja historia conocida. El cine por tanto se convertirá en un mero soporte que sirva de promoción para un juego de computadora. ¿Quién sabe? en eso "Tron: Legacy" puede que haya marcado también, como ocurrió con su predecesora, una nueva tendencia.