James Mason, un gran actor que ha pasado a la historia por un único papel
COMPARTIR
Su primer gran éxito y el filme que le dio a conocer fue "The Seventh Veil" (1945), tras el cual llegó "Odd man out" (1947), que Mason consideraba su mejor interpretación y que le permitió dar el salto a Hollywood, donde se estrenó con "Caught" (1949).
Madrid, España.- Candidato a tres Oscar y a una importante cantidad de Globos de Oro, el actor británico James Neville Mason ha pasado sin embargo a la historia del cine por un único papel, el del profesor obsesionado por la juventud irreverente de "Lolita".
Nacido un 15 de mayo de hace 100 años, poco se podía imaginar Mason que tras una larga y prestigiosa carrera primero en el teatro y luego en el cine, sería conocido por el gran público por un único personaje.
Entró joven a formar parte de la compañía del Old Vic Theater, dirigido por Tyrone Guthrie y Alexander Korda y pronto demostró un enorme talento que le hizo dar el salto al cine británico, donde se convirtió en uno de los nombres más populares de las décadas de los 30 y 40.
Trabajador incansable y poco selectivo, participó en más de un centenar de proyectos cinematográficos en 50 años de carrera, lo que hace que en el listado haya una tremenda variedad y al mismo tiempo desequilibrio en cuanto a calidad.
Su primer gran éxito y el filme que le dio a conocer fue "The Seventh Veil" (1945), tras el cual llegó "Odd man out" (1947), que Mason consideraba su mejor interpretación y que le permitió dar el salto a Hollywood, donde se estrenó con "Caught" (1949).
A partir de ahí su presencia se hizo imprescindible especialmente en las historias de corte clásico y dramático.
"Madame Bovary" (1949); "Pandora and the Flying Dutchman" (1951); "The Desert Fox: The Story of Rommel" (1951); "The Prisioner of Zenda" (1952) o "Julius Caesar" (1953) son ejemplos de una época en la que Mason se asentó como un valor sólido pero que no terminaba de despegar entre el repleto plantel de estrellas de la época.
Sólo en 1954, con "A star is born", Mason recibió el reconocimiento popular, con su primera candidatura a un Oscar como protagonista, que perdió a manos de Marlon Brando por "On the waterfront".
Pero esa candidatura no le hizo seleccionar mejor los proyectos y continuó trabajando a destajo en toda producción que le proponían e incluso su nombre se barajó como uno de los posibles para protagonizar la adaptación al cine de la saga de James Bond, que finalmente recaería en Sean Connery.
Mason encadenó películas: "North by Northwest", "Journey to the Center of the Earth" (ambas de 1959) o "The trials of Oscar Wilde" (1960), títulos que precedieron a su filme más famoso, "Lolita" (1962).
Un proyecto que estuvo a punto de no hacer porque estaba trabajando en Broadway y que terminó volviendo a él después de que, por diversas razones, el papel del profesor Humbert Humbert fuera rechazado por Laurence Olivier, Peter Ustinov y David Niven.
Su interpretación de un profesor de mediana edad que cae rendido ante los encantos de una jovencísima Lolita (Sue Lyon), de 14 años, le proporcionó una instantánea fama que creció al ritmo de la polémica que causó la película de Stanley Kubrick.
Mason salió bien parado y con buenas críticas de esta historia con tintes pedófilos que con los años perdió buena parte de su morbo y recuperó sus cualidades cinematográficas.
Una historia dramática como buena parte del trabajo de Mason hasta esa fecha ya que su aspecto entre circunspecto y triste le había procurado papeles en consonancia con la imagen que proyectaba.
Pero sería un personaje en una comedia, "Georgy Girl" (1966), el que le valió su segunda nominación -como secundario- al Oscar, que volvió a perder.
No obstante, continuó con sus personajes de enjundia y unos cuantos trhillers, como "Mayerling" (1968); "The Yin and the Yang of Mr. Go" (1970); "The Mackintosh man" (1973); "The boys from Brazil" (1978) o "The Verdict" (1982), uno de sus últimos trabajos y por el que consiguió su tercera fallida candidatura al Oscar.
Sin embargo, como señaló "The Washington Post", Mason se ganó "más respeto por casi lograrlo que muchos otros actores por haber ganado el Oscar contra competidores mediocres o en terrenos dudosos". Fue, además, candidato en numerosas ocasiones a los Globos de Oro y a los BAFTA británicos.
Además de su larga trayectoria como actor, Mason realizó incursiones como productor, guionista o director ("Rome in Madrid", 1964), se dedicó a la defensa de los animales y a ayudar a impulsar la carrera de jóvenes actores, como el neozelandés Sam Neill.
Retirado en Lausana (Suiza), murió de un infarto en 1984 y sus restos reposan en el cementerio de Corsier-sur-Vevey a pocos pasos de los de uno de sus mejores amigos, Charles Chaplin.
Al ser preguntado cómo le gustaría ser recordado, Mason dijo: "Como un actor de carácter bastante atractivo".