"The Magic Whip", el esperado regreso de la antigua magia de Blur

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/ 28 septiembre 2015

"The Magic Whip" arranca con el ruido callejero de Hong Kong que se cuela en una habitación al abrir la ventana.

Londres, Inglaterra.- Ni siquiera los fans más optimistas de Blur esperaban un nuevo disco de la banda grabado en armonía por los cuatro integrantes de los primeros y dorados años 90 del britpop. Pero ese álbum sale hoy a la venta con el nombre de "The Magic Whip", y su sonido recuerda esa magia que embrujó entonces a sus seguidores.

"Fue un poco como cuando alguien regresa a casa y se encuentra con todos los semáforos en verde. Como si este álbum tuviera que hacerse sí o sí". Graham Coxon, que abandonó Blur en 2002, cuando la banda estaba en la cima de su éxito mundial, por "diferencias artísticas", se muestra emocionado con el proceso de creación de "The Magic Whip". Aunque también confesó a la revista "New Musical Express" que el primer disco de estudio de la banda con sus integrantes originales desde 1999 es "una feliz casualidad".

Lo cierto es que el cuarteto, que en los últimos tiempos volvió a reunirse de cuando en cuando sobre el escenario para interpretar en directo antiguos temas, se sirvió para ello de una pausa de su gira de 2013 en Hong Kong para meterse cinco días en el estudio, aunque las canciones no estaban del todo terminadas. Después, cada uno siguió su camino, preocupándose de su vida privada o sus proyectos personales. Así, el cantante de la banda, Damon Albarn, lanzó el año pasado su celebrado debut en solitario, "Everyday Robots".

Parte de la fuerza motora para el regreso de Blur llegó de su a veces polémico guitarrista Coxon. Fue él quien se encargó de reunir el material de Hong Kong y, junto con el productor Stephen Street, retrabajar las letras de Albarn. El resultado es, según la crítica, uno de los mejores y más madurados trabajos de la banda que hace dos décadas se disputaba con Oasis el trono del britpop.

"The Magic Whip" arranca con el ruido callejero de Hong Kong que se cuela en una habitación al abrir la ventana. Una interpretación posible sería que Blur deja salir por ella el denso ambiente del pasado y permite que entre una nueva brisa de aire fresco.

Así, "Lonesome Street" suena a vida y a buen humor (incluso se oyen silbidos), con una música que oscila entre los Kinks, los Beatles, Syd Barret, XTC y el pop guitarrero de los años 90. Un tema al más puro estilo Blur, en la línea de clásicos como "Parklife" o "The Great Escape". "Claro, la canción tiene algo familiar", concede Coxon. Aunque parece ir como anillo al dedo al primer tema de un disco de regreso que pretende unir pasado, presente y quizá futuro.

Quienes teman un producto precocinado del Blur de antaño quedarán aliviados con la siguiente canción: la melancólica armonía de "New World Towers" y sus efectos modernos apunta más al pasado álbum en solitario de Albarn, mientras que en "Go Out" resuenan el poderoso bajo de Alex James, la frenética batería de Dave Rowntree y la guitarra de Coxon. "Ice Cream Man" gira en torno a un motivo de teclados en el que se introduce la guitarra acústica y la conmovedora "Thought I Was A Spaceman", inspirada en Hong Kong, coquetea con sonidos orientales.

Blur rinde tributo al submarino amarillo de los Beatles con "Ong Ong", mientras que "Mirrorball" recrea la atmósfera del "spaghetti-western". Así, 16 años después de su último disco juntos, Blur regresa con 12 temas nuevos y una gira de presentación que arrancará el próximo 13 de junio en el festival de la isla británica de Wight y les llevará a España un mes después antes de regresar a Hong Kong, donde empezó todo.

Web de Blur con información sobre el lanzamiento: http://dpaq.de/cUubY

Por Werner Herpell/DPA



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