Conoce las nuevas instalaciones de la Escuela Superior de Música: El nuevo hogar para los futuros artistas
El Campus Arteaga de la UAdeC ahora también será el hogar de los nuevos músicos de Coahuila, con un edificio diseñado para atender todas sus necesidades formativas
Después de casi 14 años de haberla proyectado y más de seis años de esperar a que terminara su construcción este jueves la Escuela Superior de Música de la UAdeC inaugurará su nuevo hogar en el Campus Arteaga, con instalaciones que por primera vez están diseñadas para atender las necesidades de sus músicos en formación.
De haber albergado la Casa Roja frente a la Alameda –que se perdió en un incendio en 2019– a su ya conocida sede en Lomas de Lourdes, a la que añadieron espacios conforme fueron requeridos, este edificio cuenta con los servicios necesarios para atender a más de 200 alumnos con dignidad y la capacidad para seguir creciendo.
En vísperas de su inauguración, el director de la escuela, maestro Juan Antonio Espericueta, habló con VANGUARDIA sobre este nuevo espacio y nos guió por un recorrido del inmueble.
El proceso de mudanza
“Por allá del 2010, 2011, un comité de maestros hizo observaciones a los planos, porque siempre se siguió el plan maestro que el gran arquitecto Teodoro González de León propuso, sin embargo lo propuso para el campus, no para las necesidades especiales de cada escuela”, explicó sobre el proceso que llevó al diseño del edificio, “teníamos un maestro, ahora ya jubilado, Eduardo Cantú Barrera, arquitecto y maestro de guitarra. Él hizo las observaciones a los planos para las adecuaciones, el tratamiento acústico. Le debemos dar el crédito también a él, de los planos”.
El proceso de construcción tardó tanto tiempo no solo por que se atravesó la pandemia y el flujo del presupuesto cambió, sino por las especificaciones del proyecto. Aislar acústicamente la mayor parte del recinto no es un proceso rápido.
La mudanza también tomó su tiempo. Inició en noviembre del 2022 y terminó oficialmente a finales de junio. “Mudarse no es cualquier cosa y mucho menos mudar una escuela que necesitaba trasladar 38 pianos”, dijo el docente.
Despedida y cambios
El alumnado, asegura Espericueta, es el más entusiasmado por llegar al Campus Arteaga. No solo por lo que implica estrenar nuevo equipo y espacios, sino también porque ya no estarán aislados de otros compañeros universitarios –en la ciudad Universitaria también se encuentran las sedes de las facultades de Arquitectura, Sistemas, Ingeniería y la Escuela de Artes Plásticas– y hasta podrán disfrutar de la Feria Internacional del Libro Coahuila, que se celebra anualmente en el Centro Cultural Universitario.
Esto viene con sacrificios, pues ahora ya no tendrán tanto acceso a servicios comerciales, de transporte y esparcimiento como en la vieja sede. Por lo mismo y por las memorias que se generaron ahí, hace unos meses dedicaron varias actividades a despedir el inmueble, con un concierto que el director destacó, donde a micrófono abierto participaron alumnos y maestros con presentaciones de música clásica, experimental, popular y hasta heavy metal, así como relatos de las anécdotas que sucedieron allí.
Ahora este lugar se convertirá en la casa del recién creado Instituto de Lenguas Extranjeras de la UAdeC, iniciativa de los maestros del Centro de Idiomas que ofrece un bachillerato bilingüe y una licenciatura en idiomas.
Las nuevas instalaciones
De haber tenido que compartir salones, usar hasta el cansancio a su auditorio, improvisar áreas y demás estrategias no óptimas, ahora cuentan con un espacio que les permitirá a maestros y alumnos desarrollar sus actividades con mayor comodidad y mejor calidad.
El nuevo auditorio tiene un aforo de 270 butacas, contrario a las casi 100 del anterior. Todo está climatizado y hay tratamiento acústico en todas las zonas excepto la administrativa. Hay un salón de canto y otro para coro –que previamente usaba el auditorio– y un estudio de grabación que puede llegar a atender a una orquesta entera, cuando en el pasado su estudio se encontraba desconectado de la escuela y pasó a ser más una bodega donde se guardaba el equipo para grabación que movían –también al auditorio– cuando fuera necesario.
Asimismo hay un área exclusiva para percusiones, con cubículos para estudio –allá se organizaban por grupos para poder ensayar sin interrupciones–, así como un laboratorio de Música Experimental para los compositores y las clases de producción musical; un taller de piano y un centro de idiomas –diferente al salón de inglés, obligatorio en los planes de estudios de toda la universidad– donde los alumnos podrán tomar sus clases de francés, italiano y alemán; un salón de educación musical y, por supuesto, sala de maestros, sala de juntas, área de tutorías y de investigación.
Todo esto sin mencionar los cubículos: 14 de estudio, 7 para piano, 6 de percusiones, 6 de alientos, 5 de guitarra y 4 de cuerdas, con los cuales todos los alumnos podrán perfeccionar su manejo de los instrumentos con privacidad y comodidad.