Dialogan sobre literatura queer para concluir el Mes del Orgullo
El Centro de las Letras Óscar Flores Tapia reunió a tres autores para hablar sobre la literatura en la que encontraron resonancia, la que entregan al mundo y lo que implica hacer “literatura queer”
Este jueves la Secretaría de Cultura de Coahuila abrió un espacio a la diversidad y la disidencia con la charla “Letras en clave queer”, que se llevó a cabo en el Centro de las Letras Óscar Flores Tapia, con la participación de los escritores y editores Livio Ávila y Astor Ledezma, colaborares de VANGUARDIA, y la también escritora y editora Elsa Tamez.
Con la moderación de la escritora y periodista Sylvia Georgina Estrada, coordinadora de Ediciones Literarias de la SC, la conversación se desarrolló como un viaje de recuerdos y recomendaciones, donde las personas invitadas abordaron temas como el acceso a este tipo de contenidos, sus implicaciones políticas y sus posturas frente a la creación propia.
Abrieron recordando su primer acercamiento con el movimiento LGBTTTIQ+, reconociendo cómo antes de llegar a tal punto llegaron a sentir una cierta aprehensión, auto rechazo o incluso homofobia interiorizada.
“Uno crece con ciertas normas que te dicen cómo te debes de conducir, de tal manera que toda tu vida te han enseñado cómo auto rechazarte, cómo llegar a la homofobia y cómo odiar lo que tú eres, porque todo el sistema está hecho para que sientas eso”, expresó Tamez, “y así cuando tú aceptas tu orientación o género te auto regulas y seguimos las mismas normas sociales y cuando empiezan los movimientos es empezar a interrogarnos qué tanto vamos a deconstruir de lo que hemos aprendido”.
Al momento de compartir qué textos pertenecientes a la llamada “literatura LGBT” llegaron primero a su vida, Livio y Astor mencionaron obras como “El vampiro de la colonia Roma” de Luis Zapata o “El beso de la mujer araña” de Manuel Puig, referencia en la cual coincidió Elsa pero añadió que no fue sino hasta muchos años después que encontró libros que resonaran más directamente con su experiencia, hechos por mujeres y protagonizados por ellas.
Esta disparidad quedó recalcada cuando Estrada mencionó la obra de Audre Lorde, una mujer afroamericana, feminista y lesbiana, “la minoría de la minoría”, y cómo su obra y la de otras autoras en situación similar no sale a discusión con la misma facilidad que lo haría el trabajo de un autor cisgénero, homosexual y blanco, o la literatura gay en general.
Tal hecho se extiende también ahora a la presencia de lxs autorxs trans —donde a su vez predominan las autoras trans por sobre autores trans o personas no binarias y otras identidades de género—, que se están abriendo paso en el mundo literario.
Asimismo fue necesario tocar el tema de si se identifican con una “literatura queer”, qué significa escribir dentro de o para esta etiqueta, culminando con una serie de recomendaciones como “Las malas” de Camila Sosa Villada y “Temporada de caza para el león negro” de Tryno Maldonado.
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