La autora de ‘Los ingrávidos’ será la décima de cien autores que incluirán textos inéditos en el proyecto, los cuales no serán publicados hasta el año 2114
Un bosque en Noruega está creciendo, en cien años se convertirá en una antología de libros, y cada año un autor contribuirá con un libro que será resguardado, inédito, hasta el año 2114.
Esta es la esencia del proyecto Biblioteca del Futuro, una iniciativa de la artista escocesa Katie Paterson, a la que ahora se suma la escritora mexicana Valeria Luiselli, quien además es la primera latinoamericana en participar en esta cápsula del tiempo literaria.
La autora de “Los ingrávidos” escribirá una texto que irá a entregar personalmente al bosque de 100 árboles que está creciendo a las afueras de Oslo, Noruega, durante la primavera del 2024, con lo que se convertirá en la décima contribuyente de un centenar de autores que a lo largo de un siglo se sumarán a la colección.
¡Valeria Luiselli formará parte de @FuturelibraryNO! Y participará en este increíble proyecto de 100 años creado por Katie Paterson con un texto inédito que permanecerá sellado ¿Qué opinarán lxs lectorxs en 2114 de su manuscrito? Te compartimos este hilo📖. pic.twitter.com/DMcDCV5Xdr
Su texto, al igual que el de sus compañeros, no será publicado ni leído hasta que se cumpla el plazo, cuando los árboles –plantados específicamente para ese fin– sean talados para convertirse en el papel que albergará a estas obras, que una nueva generación podrá apreciar.
“Acepté esta hermosa invitación para formar parte de la Biblioteca del Futuro porque espero, con toda mi fuerza, anhelo y capacidad de imaginar, que en el año 2114 abunden las partituras musicales, los caballos salvajes, los coros a capella, las pinturas al óleo, los baobabs, las predicciones astrológicas, las ballenas jorobadas, las lenguas antiguas y nuevas, los saguaros en flor, las manos que escriben y los ojos que leen”, dijo la escritora a través de su editorial Sexto Piso, que dio a conocer la noticia.
El futuro de la humanidad en una antología
Luiselli también reflexionó en su mensaje sobre la dimensión del proyecto, y cómo sus hijas podrían tener entre 90 y más de 100 años cuando los manuscritos sean publicados. Ella tendría que alcanzar mínimo los 131 años de edad para ver su texto en las manos del público.
Esta es una realidad que es parte inherente de la Biblioteca del Futuro, y su autora lo reconoce y se ha preparado para asegurarse de que todo continúe incluso cuando ella ya no esté. Paterson, quien tendría 133 años cuando la cápsula sea abierta, creó un fideicomiso que se encargará de que todo funcione adecuadamente hasta que sea el momento para talar los árboles, convertirlos en papel, reforestar la zona, imprimir y publicar los libros.
De hecho, es muy probable que ninguna de las personas que estamos vivas actualmente vayan a leer el contenido de esos libros, pues aún faltan 90 años para ello. Esa es la naturaleza del proyecto, entregar un legado a las futuras generaciones con la esperanza de que llegarán a verlo y disfrutarlo.
“Estoy segura de que ahí estarán las montañas. Habrá vastos desiertos, selvas enmarañadas, vientos y tormentas. Habrá micelio. Los océanos estarán allí, hinchándose y retirándose como llevan haciendo tanto tiempo. Estoy bastante segura de que las aplicaciones y los códigos QR se habrán vuelto tan obsoletos como lo son ahora las máquinas de fax y los bipers”, dijo Luiselli.
Los manuscritos ya entregados —escritos por Margaret Atwood, David Mitchell, Sjón, Elif Shafak, Han Kang, Karl Ove Knausgård, Ocean Vuong, Tsitsi Dangarembga y Judith Schalansky— se encuentran resguardados en el Cuarto Silencioso, ubicado dentro de la Biblioteca Pública de Oslo, construido con los árboles que retiraron del lugar donde actualmente crecen los futuros libros, a la vista del público pero sin la posibilidad de ser leídos.
“La Biblioteca cuestiona la presente tendencia de pensarnos en pequeñas ráfagas de tiempo, tomando decisiones solo para nosotros ahora. La escala de tiempo es de cien años, no tan vasta en términos cósmicos. Pero, en muchas maneras, la escala humana de cien años es más reconfortante y cercana para enfrentarnos a ella, comprenderla y relativizarla”, dicen en el sitio web oficial del proyecto.