Esteban Sosa celebra 10 años detrás de la lente con exposición en el Cerdo de Babel

Este miércoles el Cerdo de Babel dejó entrar los claroscuros y los trazos de color que la lente de Esteban Sosa ha creado durante los últimos diez años, en una exposición que celebra la trayectoria de este fotógrafo saltillense.

“Memorama X” reúne piezas de distintas series y permite a quien disfrute de la muestra conocer la gama de este artista visual, quien trabaja con la luz de manera particular, dotando de un sello propio a sus obras y, en general, un estilo distintivo.

Su ojo ha favorecido a lo largo de este tiempo el contraste de luz y sombra, así como de color en medio de la oscuridad. Esto es particularmente notorio en los paisajes que ha realizado en entornos naturales, pero también en los retratos que ha hecho de distinguidas figuras locales.

Uno de estos incluso le ha dado la vuelta a la ciudad, al convertirse en la imagen con la que más se reconoce a don José Alfaro, el icónico titiritero quien junto a su muñeco “Beto”, fue conocido en las calles de la capital coahuilense por décadas, pero que lamentablemente falleció en 2022 por un infarto.

Si bien la mayoría de las imágenes aprovechan la luz crepuscular también expuso otras, tomadas en la iluminación diurna, que aún así mantienen su sello distintivo en el manejo de la saturación de los colores y las perspectivas sui géneris.

Tales postales se complementan por otro tipo de imágenes, en las que el fotógrafo implementa largas exposiciones para crear dibujos con luces de color, retratos donde los rostros de cada uno de sus modelos son iluminados por trazos que, como ningún otro elemento, quedan capturados en el tiempo.

Escenas en azul

Desde este lunes la taberna ubicada en el callejón Ocampo del Centro Histórico también exhibe la exposición “Alchemical Experimenta” de Carlos Salas, diseñador y artista visual que presenta una serie de piezas impresas en cianotipia.

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Esta antigua técnica de impresión actualmente es una alternativa para la creación de obras gráficas, gracias al particular tinte azul que resulta de la reacción química, que el artista utiliza en esta ocasión para recrear imágenes de elementos naturales y arquitectónicos.

El ejercicio experimental que propone produjo piezas donde la escena no revela todos los detalles y, en cambio, nos ofrece una memoria velada del negativo, que tanto puede revelar de qué se trata como dejar oculta la naturaleza del momento retratado.

Las obras de ambas colecciones, que estarán en exhibición para los asistentes a la taberna durante al menos un mes, están a la venta.