Fauna, el ‘mise en abyme’ de Nicolás Pereda sobre la normalización de la violencia
La película sobre una cotidiana reunión familiar presenta varios niveles de narrativa en los que siempre está impregnada de alguna forma los residuos de la cultura del narco en el entretenimiento
Luego de que Luisa visita de sorpresa a sus padres, acompañada por su novio Paco, quien actúa en la serie “Narcos”, al mismo tiempo que su hermano, Gabino, la reunión familiar se carga de momentos incómodos, y la ficción dentro de la ficción dentro de la ficción toma el centro como forma de escape.
“Fauna”, la película más reciente del cineasta mexicano Nicolás Pereda, es un juego narrativo y actoral que desde la comedia y la cotidianidad de sus personajes revela la normalización de la violencia —en particular la relacionada con el narcotráfico— en la sociedad de este país.
No hay disparos o persecuciones, ni siquiera se ve un arma a cuadro, pero muchas de las situaciones que vive esta familia, así como los sucesos de las narraciones dentro de la narración en la segunda mitad del filme, están salpicadas de esta idiosincrasia.
“La génesis del proyecto tenía que ver con la responsabilidad, los problemas, las virtudes, los vicios, de la representación, y era una película acerca de la representación de la violencia en México, y cómo estas representaciones tienen repercusiones reales, la manera en la que vemos series, o narconovelas, o la narcocultura en general se representa en universos de ficción pero tiene consecuencias reales en la sociedad”, explicó para VANGUARDIA el director.
A partir de esta premisa la película se “desdobla” en distintas escenas y momentos, que ofrecen una suerte de “mise en abyme” o “puesta en abismo”, que como muñeca rusa se colocan unas dentro de otras, con personajes distintos, todos interpretados por los mismo actores, pero algunos también interpretados por los protagonistas de la trama principal.
“Para los actores en particular es un proceso súper gozoso, porque pueden jugar mucho con su presencia, pueden modificarse. Yo lo que generalmente le pido a los actores, aunque no se los digo con estas palabras, que entren en la pantalla, a cámara, sin transformarse de como son afuera de la pantalla. Que se rían de la misma manera, que hablen, que miren, que mantengan una idiosincrasia similar a como son en la vida real, y entonces hay una especie de naturalismo que se genera y sobre todo se generan como una especie de retratos de los actores”, compartió.
“En Fauna había la oportunidad de eso. Son ellos mismos, no tanto psicológica o biológicamente, pero son ellos mismos en términos de idiosincrasia, y después tienen oportunidad de pequeños desdoblamientos, como un juego en los que se pueden convertir en otras personas”, agregó.
Esto lo podemos ver en una de las escenas más entretenidas de la película. Poco después de llegar, Paco —interpretado por Francisco Barreiro, quien en la vida real encarna a Francisco Arellano Félix en “Narcos: México”— está tomando cerveza junto a su suegro y su cuñado —a su vez interpretados por José “Rolo” Rodríguez y Lázaro Gabino Rodríguez, quienes en la vida real son padre e hijo, para continuar con esta metanarrativa—, cuando el primero le pide que actúe como su personaje, y aunque este hace el esfuerzo ante la presión de los otros dos hombres, podemos ver por debajo la fragilidad de “Paco” en un momento tan incómodo para él.
No obstante, la discusión que esta producción busca generar entró en una suerte de conflicto con uno de sus actores, pues de alguna forma se cuestiona su modo de vida, al hablar sobre la normalización de la violencia y la forma en que los medios representan al narcotráfico y la cultura del narcotráfico en general.
“A veces cuando uno está en familia, y eso creo que mucha gente se puede relacionar con eso, uno pasa de pedir permiso, uno se acostumbró a esa gente, que estás en confianza, y de mi parte no hubo un cuidado suficiente para sentarme con Paco y decirle ‘esto no es apuntarte con el dedo a ti’, sino que es hablar de un sistema que se instaló, del cual mucha gente es parte, y aparte ¿de qué vas a vivir? Hay una responsabilidad del actor, y hay algo que se puede pensar en torno a esas representaciones, pero si trabajas en la Coca Cola de obrero, no eres el problema de porqué hay obesidad en este país, es un sistema que se instaló y que va más allá de ti”, explicó.
“Quizá con Paco lo difícil fue que esta conversación la tuvimos durante el rodaje, porque me dijo que estaba muy difícil, muy denso, y me di cuenta que si no fuéramos amigos, si fuera alguien que contratara de fuera, habría sido una larga charla antes de empezar el rodaje”, añadió, “y ahorita volvimos a hablar para el estreno de la película y ya tiene un muy buen entendimiento de qué hicimos, porqué lo hicimos, ya está muy cómodo con su personaje y lo que hizo”.
Aunado a esto, la película ofrece desde la parte técnica un paseo relajado por esta(s) historia(s). Si bien no es contemplativa, sí utiliza un ritmo acompasado, que ni te jala ni se queda atrás, y va diciéndote su discurso sin prisa alguna. Al tiempo, juega con el espacio en cada cuadro, por lo que tomas muy largas se vuelven dinámicas, gracias a que la cámara nunca se mueve, pero los actores sí.
Después de su ruta de festivales, en los que destaca su reconocimiento a Mejor Dirección en el Festival Internacional de Cine de Morelia, “Fauna” llegó ya a cines de México, donde podrás verla.